Política y sociedad en Chile 2023-2024

- 77 - Chile 1998 – 2024: ¿Malestar o malestares? Rodrigo Asún No cabe duda de que la mayoría de las personas tienen hoy en Chile la sen- sación de vivir en una sociedad en problemas o en crisis. Todas las encuestas muestran, a través de distintas preguntas y series de datos, como ha ido au- mentando el número de quienes afirman que la sociedad chilena va por el mal camino, está estancada o en decadencia. En definitiva, hay malestar en Chile. Pero en nuestro país se habla del malestar social desde hace casi 30 años. Icónico en este tema fue el Informe del PNUD del año 1998, denominado “Paradojas de la Modernización”. Ello nos lleva a preguntarnos: ¿el males- tar actual es continuación directa o profundización de ese malestar original?, ¿qué diferencias y similitudes existen entre ambos malestares? Por supuesto, estas preguntas no se pueden responder completamente en una breve columna como esta, puesto que ellas demandarían mucha más evidencia empírica y re- flexión que la que podemos presentar acá. Por ello, solo aspiramos a presentar algunos argumentos que se pueden deducir a partir de los resultados de las encuestas realizadas hoy en día y de las series de preguntas más largas de que disponemos. Para iniciar este análisis, primero que todo debemos explicar como se des- cribía el malestar existente en Chile el año 1998. En la formulación canónica del PNUD, este malestar nacía de la contradicción entre la evidencia objetiva de un país con importante desarrollo económico y social, que mejoraba su capacidad para integrar a diversos grupos sociales y brindarles oportunidades de desarrollo, y una percepción subjetiva de inseguridad e incertidumbre de parte importante de la población. En otras palabras, se reconocía que el país estaba bien, pero se dudaba de la capacidad personal o familiar de aprovechar las oportunidades que esas condiciones teóricamente permitían. Se describían tres componentes principales en este malestar: a) el temor al otro, b) el temor al sinsentido y c) el temor a la exclusión social. El miedo al otro se manifestaba principalmente en el temor a la delin- cuencia y a la pérdida de confianza en las instituciones (especialmente las políticas y los medios de comunicación) y en las personas externas al entorno más cercano. El miedo al sinsentido se manifestaba como el debilitamiento del sentimiento de comunidad y el vínculo social, mientras que el miedo a la exclusión social se traducía como una sospecha frente a las capacidades de los

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