Política y sociedad en Chile 2023-2024

POLÍTICA Y SOCIEDAD EN CHILE 2023-2024 - 57 - fue incrementándose progresivamente, hasta llegar en marzo de 1973 a la ma- yor participación electoral desde que se inició el juego. Posteriormente, en el segundo momento, la muy elevada participación que consagra el triunfo del No en el plebiscito de 1988 irá descendiendo progre- sivamente independiente de las maniobras de ingeniería electoral para incen- tivar o al menos ocultar el poco entusiasmo por las votaciones. El panorama actual es desolador, el desinterés por la política y el rechazo a los políticos es aplastante. La relación que tiene el interés por la política y la participación con la existencia de organizaciones políticas y sociales es muy directo. La Primera República, que concluye en 1973, muestra una creciente construcción de su- jetos colectivos y una creciente participación política. La Segunda República, a la inversa, muestra un creciente proceso de individualización y una fuerte declinación de la participación política. La importación desde el gran país del norte del sistema de primarias para seleccionar candidatos no ha significado tampoco un aumento de interés en la política. Las recientes primarias para elecciones locales y regionales tuvieron solo un 6,2 % de participación de potenciales votantes, aunque en realidad solo decidió en estas primarias un 5,9 %, pues resulta que un 4,5 % de estos participantes insólitamente votaron nulo o blanco, lo que es absurdo para una votación voluntaria en un día lluvioso. La explicación más probable para que haya ocurrido esto es que ni siquiera se enteraron de que la votación era voluntaria. En esto, como en tantas otras cosas, no somos muy originales. El proceso de creciente individualización está bastante extendido en el ancho mundo y la crisis de los partidos políticos también. Donde existieron partidos robustos y sistemas estables florecen en la actualidad efímeras formaciones que desafían la imaginación para inventar nuevos nombres de fantasía. Las adhesiones a los nuevos inventos duran menos que la última moda. Mientras que tampoco las nuevas tribus sociales, ya sea que rayen las murallas o que enreden las redes, parecieran interesarse en eso de la democracia política. El problema es que, si la democracia de partidos no funciona, menos pue- de funcionar una democracia de individuos, de manera que tendría que surgir alguna otra forma de producir agrupaciones o sujetos colectivos. La tendencia pareciera ser la conformación de agrupaciones en torno de liderazgos perso- nales, pero los ídolos suelen tener pies de barro y a veces solo patas tienen. Algunos le temen por su fácil deriva al populismo. ¿Qué es eso? Puede ser. La deriva de la democracia pareciera ser difícil de prever, aunque algunos proclamen: “¡Si no quieren ser democráticos los haremos democráticos a la

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