Política y sociedad en Chile 2023-2024

Manuel Antonio Garretón y Silvia Lamadrid (Coords.) - 20 - Esta división de opiniones se constata también en la encuesta Pulso Ciu- dadano, donde ante las preguntas respecto del nivel de acuerdo con el que haya ocurrido el golpe de Estado, sobre si fue bueno o malo para Chile y si es posible justificarlo, nos encontramos con prácticamente la misma situación: la respuesta mayoritaria y que supera levemente el 42 o 43 % de las personas se manifiesta en contra del golpe de Estado, lo considera malo para Chile e injus- tificable. Sin embargo, frente a esta mayoría se alza una minoría de entre 30 y 32 % de los encuestados que justifican, consideran bueno o están de acuerdo con que este acontecimiento haya ocurrido. Si a este grupo sumamos la cuarta parte de las personas que no toman posiciones claras (alrededor del 25 % se- gún las preguntas), constatamos con sorpresa que, según estas encuestas (pues CERC-MORI y Black and White incluyen una pregunta con resultados muy similares), la condena tajante al golpe de Estado es minoritaria actualmente en Chile. ¿Qué significa o qué nos dicen estos resultados respecto de las actitudes y opiniones políticas actuales en Chile? Para profundizar en ello quizá es interesante partir por estudiar en estas mismas encuestas aquellas preguntas que sí suscitan consenso, o al menos generan una respuesta nítidamente mayoritaria, es decir, obtienen aproximadamente un 60 % de respuestas en alguna de sus categorías. A este respecto, la encuesta Black and White muestra que el 59 % de los encuestados apoya una condena incondicional de la violación de los derechos humanos durante la dictadura, mientras que el 64 % está de acuerdo con el Plan de Búsqueda de Detenidos Desaparecidos propuesto por el Gobierno y el 60 % con que dicho Gobierno haga una declaración de compromiso con la democracia. A lo anterior se puede agregar que la encuesta Pulso Ciudadano muestra que el golpe de Estado está muy claramente asociado a imágenes ne- gativas como torturas, exilio, muerte y dictadura (ver figura 2). En consecuencia, es posible hipotetizar que la actual polarización respecto del golpe de Estado no pasa por una mayoritaria evaluación positiva del go- bierno militar, especialmente en lo relacionado con el respeto de los derechos humanos de las personas.

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