Política y sociedad en Chile 2023-2024
Manuel Antonio Garretón y Silvia Lamadrid (Coords.) - 170 - Sin duda, esta visible pérdida de energía movilizadora es compartida con todos los movimientos sociales, pero en el caso del feminismo había logrado atrasar el proceso, como lo indica la convocatoria del 8 de marzo. Lo que era doblemente notable, dada la vinculación de varios sectores importantes del movimiento con el gobierno de Boric, cuyo rechazo en la opinión pública ha crecido, aunque conserve su tercio de apoyo fiel. El Gobierno ha cumplido parte de sus compromisos en materia de equi- dad de género, aunque aún enfrenta desafíos significativos. Según el informe “Del Dicho al Hecho” de Ciudadanía Inteligente, hasta marzo de 2024, el Ejecutivo había cumplido el 31% de sus compromisos en esta área. Dos aspec- tos importantes son, además de la paridad en el Gabinete, la aprobación de la Ley Integral contra la Violencia hacia las Mujeres, que aborda la violencia más allá del ámbito intrafamiliar, y la capacitación obligatoria de funcionarios del Estado en temas de género, con un progreso del 90 %. Un tema que tiene mayor apoyo público y que depende de la iniciativa del Ejecutivo, el proyecto de Sistema Nacional de Cuidados, que implementaría un sistema que reconoce y distribuye equitativamente las labores de cuidado, y que significaría cambios importantes para la mayoría de las mujeres, sigue pendiente. Pero la promesa de la legalización del aborto, aunque fue mencionada en la cuenta presidencial en junio y aparecieron encuestas dando cuenta de un con- sistente apoyo de la ciudadanía, desapareció de escena en los meses siguientes. Dado que es uno de los temas menos tolerados por el sector más liberal de la derecha y el centro, y profundamente rechazado por los conservadores, la viabilidad de aprobación en el Parlamento es escasa. Como lo reconoció la ministra de la Mujer, hay además una “arremetida conservadora” contra el feminismo. Ha habido un aumento de acciones y discursos de sectores conservadores que expresan cada vez más enfática y rui- dosamente su desacuerdo con propuestas gubernamentales relacionadas con la equidad de género y la diversidad. El caso Monsalve representó un golpe fuerte para la credibilidad del Go- bierno en materia de violencia de género. Las vacilaciones y errores comunica- cionales tuvieron un alto costo para las feministas vinculadas con el Gobierno, aunque tuvieron mínima participación. Pero eso mismo, su incapacidad de respuesta independiente y de iniciativa en relación con la víctima tuvieron costos simbólicos importantes. Pero además de la vinculación con el Gobierno, la pérdida de energía de los feminismos también tiene que ver con las características de los feminismos he- gemónicos en el movimiento: su lenguaje críptico, su cultura de la cancelación y las expresiones perfórmáticas excesivamente rupturistas, que no son bien
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