Política y sociedad en Chile 2023-2024

Manuel Antonio Garretón y Silvia Lamadrid (Coords.) - 164 - lítica que altere los emprendimientos partidarios ante la crucial pregunta de ¿cómo vamos ahí?, es un poquito difícil. Pero el tema de la formación de lotes para el negocio electoral se encuentra necesariamente con el despelote, que es la extendida apatía y rechazo que pre- senta el funcionamiento de la democracia política formal. Imponer la obliga- ción de votar no va a politizar a la ciudadanía. Por tanto, hay que contar con que la adhesión a las candidaturas y propuestas de los lotes políticos seguirá siendo minoritaria y quienes decidirán las elecciones serán aquellos a quienes no les interesa la política y menos los partidos. Dado que estamos en un clima en que los sujetos suelen tener claro lo que rechazan o temen, pero no lo que quieren o proyectan, es posible considerar que habrá una proporción de apoyo a lo que logre capturar ese público cautivo que se siente de izquierda, aunque solo sea por rechazo a lo que considera de- recha (coloquialmente “fascistas”). También habrá otra proporción de apoyo de público cautivo que irá para lo que logre ubicarse como representación de la derecha, siendo en este caso mucho más fuerte la identificación con el re- chazo que se tiene a la izquierda (coloquialmente “comunistas”). Al señalar la existencia de un “público cautivo” en la izquierda se pretende hacer referencia al hecho de que hay una proporción de votantes que están dispuestos a votar por aquella opción que se presente como izquierda, aunque no estén plenamente convencidos de que sea una representación adecuada, in- cluso pueden tener muchas críticas al respecto, pero “es lo que hay”. Lo mismo puede señalarse para la derecha. Naturalmente la disputa por capturar esos públicos cautivos de izquierda y de derecha se dará entre varios agentes que reclamarán la legítima represen- tación, siendo difícil imaginar quién va a salir ganando, pues cada orgánica tendrá que hacer el cálculo de si le conviene marcar diferencia o le conviene agregarse a otros para obtener más ganancia. Pero la extensa población apolítica, electoralmente hablando, ya ha demos- trado la fuerte variación en las preferencias que puede mostrar en los últimos plebiscitos y elecciones, lo cual aumenta la incertidumbre respecto de futuros eventos electorales. El gustito de imponer obligatoriamente la participación electoral tiene su precio. Dicho más claramente, cualesquiera que sean los lotes que se armen para las próximas elecciones, el resultado depende del despelote. Publicado en El Mostrador 12 de febrero de 2025

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