Política y sociedad en Chile 2023-2024
POLÍTICA Y SOCIEDAD EN CHILE 2023-2024 - 139 - robusta democracia. Las pruebas del ingenio de los ingenieros son rotundas. Veamos. Con sistema de inscripción voluntaria y una desgastada obligación de votar, la participación inicialmente alta fue bajando hasta apenas superar la mitad de los posibles electores. Conmovida por ese desamor, la ingeniería política aportó un modelo de inscripción automática, pero estableció el voto voluntario, quizás para ponerse a la par de la inmensa mayoría de las legis- laciones del mundo, que consagran el voto voluntario. El resultado fue aún más catastrófico, llegando los renuentes a rayar papelitos a un 60 % de los que estaban autorizados a hacerlo y transformando a la democracia en una democracia de minorías. Esta situación de minoría hirió el amor propio de los políticos. Indigna- dos, dijeron basta, y la ingeniería institucional entregó la fórmula perfecta: inscripción automática y voto obligatorio con amenaza de sanción inminente muy publicitada. El país se politizó inmediatamente y todos los medios pro- clamaron la abrumadora participación ciudadana desde que se aplicó en el plebiscito de salida del primer intento constitucional. Había vuelto el espíritu cívico y la responsabilidad política. En las elecciones del presente año la participación electoral nuevamente fue alta y llegó al 85 %. Se acabó el apoliticismo. Es una reafirmación de la generosa oferta del poder: “Si no quieren ser felices, los haremos felices a la fuerza”. Seguramente la política es parte de la felicidad. Efectivamente, en la reciente elección comunal y regional el apolítico que- dó acorralado y tuvo que resignarse a leer largas listas de nombres de candi- datos, tratando de encontrar algún pariente, amigo, o siquiera conocido, en los postulantes a ser-vicio público; muchos se fijaron en los números para elegir alguna fórmula matemática o usar la combinación numérica con la que intentaban ganar el loto. Otros, más astutos, encontraron algunos resquicios: votar nulo o blanco, marcar un independiente fuera de pactos o derechamente recurrir a un abogado penal de prestigio para que le arreglara un justificativo. En las elecciones de octubre para concejales, que es la elección más polí- tica, los votos nulos subieron al 12,9 % y los blancos al 8,5 %, mientras que los abstinentes porfiaban con más del 15 %. En suma, más de un tercio de los convocados a votar lograban evadirse. En las elecciones de CORES, la más misteriosa de todas, la evasión de los irresponsables se acercaba al 40 %. En las elecciones de gobernadores y alcaldes, los resquicios permitieron que entre un tercio y la cuarta parte de los convocados a participar lograran eludir el cerco. De los votos obligados, un 57 % fue para candidatos independientes. Obviamente obligar a votar a los que no quieren no transforma en po- líticos a los apolíticos (lo digo directamente porque ya las ironías no las en-
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