Política y sociedad en Chile 2023-2024

POLÍTICA Y SOCIEDAD EN CHILE 2023-2024 - 135 - desprende del informe del PNUD, no es posible llevar a cabo transformacio- nes profundas si la política institucional corre por un carril independiente de los movimientos sociales y de la ciudadanía en general. Segundo, porque para quienes nos posicionamos desde la izquierda, los triunfos electorales debiesen ser necesarios y bienvenidos, pero no debiesen ser considerados nunca como el único indicador de avance. Para poder avanzar en cambios sustanciales, el po- der electoral de izquierda debe ser acompañado por poder social; es decir, por poder de organización y movilización popular. Sin dicho poder, los gobiernos de izquierda son frágiles ante las prácticas obstruccionistas de la oposición in- cluso cuando tienen mayorías parlamentarias (sobre esto, el segundo gobierno de Michelle Bachelet es quizás el más claro ejemplo reciente). En tercer lugar, y relacionado a lo anterior, porque el apoyo popular a agendas progresistas de cambio es mucho más que el resultado de buenas campañas comunicacio- nales. Por el contrario, es el resultado de un proceso democrático en donde los partidos no solo escuchan “desde arriba” a las organizaciones sociales y las integran en instancias de formulación de políticas públicas, sino que también les entregan poder integrándolas en sus espacios de decisión interna. En otras palabras, la construcción de poder social supone que los partidos de izquierda cedan poder a las organizaciones sociales. Así, cediendo poder, la izquierda tie- ne más fuerza para implementar cambios. En el caso de Chile, esa tarea debe ser tomada seriamente por los partidos de la izquierda oficialista, y debiese ser acompañada por un trabajo de más largo plazo orientado a encantar a los sec- tores sociales que no solo no están organizados(as), sino que también reniegan de la política como espacio para resolver sus problemas cotidianos. Pensar los resultados electorales recientes más allá de las elecciones es un desafío crucial para la izquierda, especialmente cuando la coyuntura electoral se toma la vida interna de los partidos. Sin embargo, si los partidos de izquier- da se toman en serio esta tarea, podrían entender (y tal vez sacar lecciones) de fenómenos como la elección de Matías Toledo en Puente Alto. Asimismo, tendrían más herramientas para construir hegemonía, de modo tal que sus propuestas programáticas no se vean como ajenas ante los ojos de gran parte de la clase trabajadora. Esto es clave para enfrentar fenómenos cada vez más importantes, como el avance de la ultraderecha, la cual suele crecer cuando la izquierda abandona la tarea de interpretar las frustraciones y anhelos de la clase trabajadora. Publicado en El Mostrador 6 de diciembre de 2024

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