Política y sociedad en Chile 2023-2024
- 113 - La agenda feminista en el nuevo contexto Silvia Lamadrid Después de la tormenta, pasado el desastre del rechazo y la impresionante votación de la derecha, encabezada por los republicanos, pasamos del mejor de los escenarios (convención con paridad y propuesta de Constitución con agenda feminista completa) al peor posible, en que el sector político abierta- mente defensor del patriarcado puede introducir impunemente sus propuestas antimujeres y diversidades sexuales. Ya lo ha empezado a hacer. ¿Cuál ha sido la reacción de los feminismos ante esto? Tal vez vale enfati- zar que entendemos a estos como un amplio campo político y discursivo de acción, que abarca una diversidad de actorías individuales y colectivas, y de lugares sociales, culturales, y políticos. Además, los puntos nodales de articu- lación y los sectores con mayor visibilización política y cultural varían a lo lar- go del tiempo 1 . Involucra tanto el movimiento callejero como la producción intelectual y las actorías políticas y, como han señalado Ríos et al, han tenido protagonismos fluctuantes a lo largo de los años ochenta y principios del nue- vo siglo. El considerado “feminismo institucional” que predominó durante los gobiernos de la Concertación fue desafiado por la emergencia de una nueva actoría social, movimientista, universitaria, callejera a partir de la primera dé- cada del nuevo siglo, y posibilitó una agenda más fuerte durante el segundo gobierno de Bachelet. A partir de 2018, ese sector asume el protagonismo in- cluso del conjunto del movimiento social. Su mejor momento es la elección de la Convención, con paridad y una amplia y transversal presencia, combinada con “políticas” e “institucionales”, que produjo la propuesta de Constitución. Recordemos que allí se garantizaba la igualdad sustantiva para todas las personas cualquiera sea su género, garantizando su representación efectiva y paritaria y que se responsabilizaba al Estado de implementar las medidas ne- cesarias para ello, enfatizando el derecho a una vida libre de violencia de las mujeres, las niñas, las adolescentes y las personas de las diversidades y disiden- cias sexuales y de género, así como poder ejercer sus derechos sexuales y repro- ductivos, su ejercicio sin discriminación, con enfoque de género, inclusión y pertinencia cultural. Además, se reconocía el valor de los trabajos domésticos y de cuidados y se garantizaba por el Estado el derecho al cuidado a través 1 Lamadrid Álvarez, S. (2014). Ritmo revisitado. Representaciones de género en los 60. Cuarto Propio.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=