Gabriela Mistral y la Universidad de Chile
83 SEGUNDA PARTE: 1912-1922 Ciertamente, en este paso por Magallanes, la apertura de la escuela noc- turna para mujeres se situó al alero de su compromiso con los marginados y excluidos de la sociedad. En una línea paralela, Laura Rodig y Gabriela Mistral recordarán, años después, su inédito encuentro con el prisionero Simón Radowitzky, un anarquista condenado a Ushuaia. Radowitzky evitó la pena de muerte por ser menor de veintiún años, luego de detonar la bomba que instigó la “semana trágica” en Buenos Aires. Fue sentenciado a cadena perpetua y enviado a Ushuaia, donde el carismático joven anarquista lideró a otros reclusos en huelgas de hambre. Seis meses después de que Mistral y Rodig llegaran a Punta Arenas, las dos estaban en la escuela nocturna donde recibían miembros de la comunidad. La clase era sobre Geografía, tema que apasionaba a la escritora. Entre los asistentes estuvo Radowitzky, recién es- capado. Ellas lo recibieron. Otras visitas incluían personas vinculadas con los pueblos originarios del territorio: huilliche, selknam y kawésqar, entre otros. Más allá del liceo, Gabriela y Laura pasaron las vacaciones de verano en el famoso Hotel Tres Pasos, ubicado en el camino a las Torres del Paine. Tan remoto era que el propietario, Rogelio Figueroa, tuvo que recogerlas en su auto en las afueras de Puerto Natales durante una huelga impactante y las condujo por horas en tierras sin camino. Al volver a la escuela después de esta temporada de verano polar, Gabriela y Laura lanzaron juntas un proyecto ambicioso: la producción de una revista mensual, inspirada en la bonaerense Atlántida , de Constancio Vígil. Mistral fue “editora asistente”, mientras que el título de editor residía en Julio Munizaga Ossandón, poeta elquino que había ganado el segundo lugar en los Juegos Florales de 1914, y quien había llegado a Punta Arenas a vivir con un pariente, después de haber cursado Leyes y titularse de abogado en la Universidad de Chile, con una tesis sobre “La inferioridad intelectual de la mujer. Sus consecuencias en la capacidad jurídica” 83 . No hay indicaciones sobre su posible cambio de pa- recer ante esta materia, pero es cierto que utilizó su conocimiento legal para defender a los acusados en la huelga de Puerto Natales cuando no hubo otro abogado que se atreviera. Consecuencia de ello, el poeta-abogado se con- tagió de una tuberculosis que terminó con su vida en noviembre de 1924 84 . 83 Roque Esteban Scarpa, La desterrada en su patria , tomo 1 (Santiago: Universitaria, 1977), 207. 84 Dusan Martinovic, Gabriela Austral: su vida en la Patagonia chilena. Revisión histórica (1918-1920) (Punta Arenas: Fondo Nacional del Desarrollo Regional de Magallanes y la Antártica Chilena, 2013), 127.
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