Gabriela Mistral y la Universidad de Chile

49 PRIMERA PARTE: 1889-1912 la demanda por docentes. El principal problema era, sin embargo, la poca adhesión de la población al sistema escolar: muchas de estas escuelas esta- ban vacías de estudiantes. Esto reflejaba que no había una relación directa entre el aumento de escuelas y el número de alumnos inscritos, menos aún en los sectores rurales. De hecho, el aumento en la instalación de escuelas se realizó primero en los centros urbanos y, posteriormente, en los rurales. Era un contexto en que dos tercios de la población nacional no habitaba en centros urba- nos. Recién a fines del siglo XIX y principios del XX —momento en que Lucila Godoy se inicia en el mundo laboral docente— fue que la oferta educacional comenzó a descentralizarse con mayor fuerza. A partir de 1881 se oficializó la expansión de la escuela elemental mixta en el campo, lo que permitió triplicar la cantidad total de niños matriculados para 1907. En esta demanda creciente de personal para la enseñanza, tanto su her- mana Emelinda como la propia Lucila pudieron concurrir con sentido de oportunidad para la subsistencia. A medida que su familia caía más profundamente en la pobreza, su madre y una amiga, Antonia Molina, lograron conseguirle a Lucila Godoy lo que fue en la práctica su primer trabajo, que comenzó en agosto de 1904. Se trataba de un puesto como ayudante de maestra en una escuela ubicada en el extremo más popular de La Compañía 33 , una zona mixta agrícola e industrial asentada en altura en el poniente de la provincia de La Serena, zona más bien conservadora y con muchas iglesias, como recuerda Mistral: “En La Serena, al atardecer, tocan las campanas de sus dieciséis iglesias. Es algo que usted no olvida nunca; un río musical que se le entra por la carne y el alma” 34 . Lejos de la ciudad, la sociabilidad anterior entre mujeres ayudantes de escuelas rurales le da pie para obtener su primera subsistencia como trabajadora de la educación pública. Mistral recordaba que la escuela donde trabajaba de ayudante “tenía piso de tierra y sus muros rezumaban humedad”, y que “para enseñar Geo- grafía solo contaba con el tierral del patio o la arena de la playa próxima” 35 . 33 A partir de la reforma de 1928 de Carlos Ibáñez del Campo, La Compañía deja de ser una comuna y comienza a integrar la comuna de La Serena hasta la actualidad. 34 Gabriela Mistral, carta a Eduardo Barrios, ca. septiembre de 1917, Archivo Latinoameri- cano, Biblioteca Hesburgh, University of Notre Dame, South Bend, Indiana, Estados Unidos. 35 Gabriela Mistral, citada en Manzano, “Recorrer la vida…”, 15.

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