Gabriela Mistral y la Universidad de Chile
30 Gabriela Mistral y la Universidad de Chile circularon por todo Chile. También aparece en la antología Selva lírica , a través de la cual se realizan los primeros encuentros con algunos jóvenes de la FECH. Asimismo, esta parte muestra su traslado a Punta Arenas, desde donde desarrolla un vínculo internacional con revistas de otros paí- ses, y su posterior instalación en la ciudad de Temuco, donde conocerá a un joven reportero de la revista Claridad : el adolescente Neftalí Reyes Basoalto. Por último, luego de su traslado a Santiago como directora del Liceo no. 6, veremos en esta sección las rencillas que despertó en la época su falta de título universitario, cuestión que fue duramente criticada por sectores de la sociedad chilena (“credencialistas”) que también integraban la Universidad de Chile. La tercera parte sitúa el breve pero significativo periodo en México. Una intensa estadía de veintiún meses en México que aborda las repercu- siones y su propio relato con respecto a la falta de título universitario. En su discurso al “Congreso de los maestros misioneros” vemos la simpatía que su figura despertaba en esa época. En esta sección destaca también su co- laboración internacionalista con la FECH y los estudiantes mexicanos, así como el título que la Universidad de Chile le concede en 1923 a distancia. En la cuarta parte mostramos su retorno a Chile, la obtención de su jubilación, su vinculación con asociaciones de profesoras en Santiago y su papel en la cooperación internacional. En seguida, analizamos su paso por la Universidad de Columbia y la Universidad de Puerto Rico, institucio- nes que la recibieron como profesora visitante, y los episodios en torno a su primer Doctorado Honoris Causa, concedido por la Universidad de Guatemala en 1931. En esta instancia, Mistral pronunció su discurso “La unidad de la cultura”, proyectando su visión sobre la educación superior y la necesidad de seguir abriendo el acceso a mayores capas sociales. Ade- más, observamos cómo su retorno a Santiago pone en marcha, a nivel institucional, los esfuerzos para posicionarla como candidata frente a la Academia Sueca. La primera postulación formal al Nobel, proveniente de la Facultad de Filosofía y Educación en 1939, y todo lo que esto abre en relación a las traducciones de Gabriela Mistral al francés y al sueco. En la quinta parte, finalmente, examinamos su obtención del Premio Nacional de Literatura en 1951 y los homenajes universitarios que se de- sarrollaron con su última visita a Chile en 1954. De este periodo datan la entrega el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Chile y los
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