Gabriela Mistral y la Universidad de Chile
27 Introducción reconocimiento de profesora de Estado en Castellano, en marzo de 1923. Para entonces, Mistral se encontraba en México, invitada por diversos sectores educacionales y diplomáticos del gobierno de ese país, con el propósito de colaborar en la construcción de un nuevo sistema nacional de educación tras una década de guerra. Su labor allí incluía la creación de escuelas urbanas, la organización de escuelas rurales y de cuerpos de maestros misioneros, así como también la escritura y compilación de li- bros para la educación de las y los mexicanos. Es sabido que la trayectoria de Gabriela Mistral está marcada por consecutivos viajes que conllevaron extensos distanciamientos tempora- les con su tierra natal, a la que retorna por breves periodos en 1925, 1938 y 1954. En cada visita a Chile, la poeta se involucró con diferentes grupos e instituciones nacionales, entre las que destaca la Universidad de Chile. En estas visitas, participó tanto en escuelas nocturnas (como la del centro de estudiantes de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo) como en la formación de sociedades de profesoras en Santiago. Entre sus acciones más llamativas se cuenta el esfuerzo por desplegar toda una articulación de Estado, una labor que la hizo objeto de la primera nominación formal al Premio Nobel de Literatura por parte del decana- to de la Facultad de Filosofía y Educación en 1939. Pero en ese momento Mistral insistió que la postulación requeriría de antemano la publicación de traducciones de su obra. Señaló que la Academia Sueca no leía en es- pañol. Durante varios años, producto de la Segunda Guerra Mundial, el máximo galardón de la literatura fue suspendido hasta 1944. De modo que, entre su primera postulación y el retorno de la entrega del Nobel, se realizaron sus traducciones al sueco, y posteriormente al Nobel al francés y al inglés. Finalmente obtiene el reconocimiento de la Academia Sueca en 1945, convirtiéndose en el primero otorgado para un artista de las letras nacido en nuestro continente. El Premio Nacional de Literatura, cuyo jurado estaba compuesto también por la rectoría de la Universidad de Chile, le fue asignado en 1951. El retraso de su reconocimiento en Chile despertó, por supuesto, críticas del campo cultural chileno que ya se había rendido frente a la figura de Mistral. Se desarrollaron de igual manera diferentes homenajes en el país frente a este hito. En la Casa Central tuvo lugar uno, pero el más relevante y multitudinario fue el que ocurrió en Estadio Nacional de Santiago, en la
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=