Gabriela Mistral y la Universidad de Chile
170 Gabriela Mistral y la Universidad de Chile parecer generosos, los que están en culpa conmigo por sus viejas intrigas. ¡Cuánto mejor sería que esa gente no hiciese infelices a sus colegas cuando viven en Chile y creasen un ambiente aseado y cálido donde el escritor pueda vivir alla adentro! Perdona Ud. el desahogo. Escribo tan de tarde en tarde a mis amigos de allá, que Ud. puede excusarme. 219 En efecto, Mistral hacía referencia a los apoyos que podría haber recibido de la Comisión Chilena de Cooperación Intelectual, presidida entonces por el rector de la Universidad de Chile, Juvenal Hernández, quien había asumido la dirección de la casa de Bello en 1933 con apenas treintaitrés años. Esta comisión mantenía una colaboración especialmente productiva con Amanda Labarca en materia de extensión universitaria, destacando en particular las Escuelas de Temporada que se iniciaron en 1936. Especialmente a partir del gran disgusto que vivió al asumir la di- rección del Liceo no. 6 de Niñas de Santiago, Mistral sospechó y mantuvo distancia con el mundo más próximo a Labarca, incluso después de casi veinte años de ocurrido aquello. Dos días después de enviar esta carta a Petit, Mistral dirigió des- de Niza una carta mecanografiada al decano Luis Galdames, en la que le expresó su agradecimiento, tanto a él como al comité (presidido por Hernández), “por la benevolencia acordada por ud a una petición del pre- mio Nobel para mí”. Sin embargo, en el mismo escrito, Mistral no ocultó su reproche: “Unas cuantas palabras de consulta, venidas de Santiago, y que yo habría contestado con rapidez, hubiesen evitado a uds. las molestias de las reuniones celebradas y a nuestro ministro en Suecia los afanes de la presentación”. En este documento también se plasma su reflexión sobre las condiciones necesarias para ser reconocida por la Academia Sueca: “La Academia Sueca no premia autores que no conoce, por no estar traduci- dos en forma de libro al inglés o al francés”. Mistral consideraba que un esfuerzo coordinado desde América Latina podría abrir eventualmente el camino para que un escritor latinoamericano recibiera el galardón: “Una empresa de conjunto de la América Latina sobre este asunto permitirá que algún día el Premio Nobel sea atribuido a algún escritor latino-americano”. 219 Gabriela Mistral, Carta a Magdalena Petit, 28 de enero de 1940, Europa [manuscrito], Archivo del Escritor, Biblioteca Nacional de Chile, https://www.bibliotecanacionaldigital . gob.cl/bnd/623/w3-article-553167.html.
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