Gabriela Mistral y la Universidad de Chile

161 CUARTA PARTE: 1924-1945 y destinado al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile revela su fa- miliaridad con los estatutos del Premio Nobel de Literatura. Schönmeyr propone que tal ministerio haga llegar a Estocolmo la obra de Gabriela Mistral, con destino a las bibliotecas de la institución nórdica (que no las tenía). Sostiene que Mistral podría ser considerada favorablemen- te por la Academia sueca: “le sería muy grato a más de un miembro del Comité Nobel poder entregar el premio a algún autor que no tuviera la ventaja de ser europeo y mui especialmente a un sud-americano o a una sud-americana”. El escritor está bien enterado acerca de los detalles esen- ciales y señala a quién se debe dirigir: el profesor Karl August Hagberg, único miembro hispanoparlante de la Academia. Schönmeyr sostenía que el momento era propicio, ya que la escritora italiana Grazia dell’Edda acababa de recibir el Nobel por “sus notables obras literarias en sentido idealista”, aduciendo que Mistral podría ser considerada por el mismo mo- tivo. Citando los estatutos de la Academia sueca, no olvida subrayar que los proponentes pueden ser los miembros de las secciones literarias de otras academias, como también de las instituciones análogas a las acade- mias y catedráticos de las universidades 203 . Las condiciones indicadas por Schönmeyr siguen vigentes cuando Pedro Aguirre Cerda, electo presidente de la República en 1938, asume sus funciones el 24 de diciembre de ese año. En aquel entonces la poeta estaba descansando de un largo viaje a Cuba, acompañada por Consuelo Saleva. Seguía en St. Augustine, Florida, que ofrecía no solo un respiro necesario sino también consultorios médicos para tratar los problemas de salud que comenzaban a aquejarle: manchas en la vista y señales de una incipien- te diabetes. Con Mistral fuera de Chile, Pedro Aguirre Cerda empieza a ejercer su puesto de jefe de Estado, transformándose en empleador de la cónsul, quien desde ese entonces recurrirá al joven Eduardo Frei Montalva (1911-1982) para que pueda encargarse de sus asuntos económicos y legales. El 18 de enero de 1939, Mistral recibió del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile sus boletos hacia Niza, en la Costa Azul francesa, tal como había solicitado previamente. Una característica particular de las comunicaciones “diplomáticas” entre el ministerio y Mistral consistía en anunciar sus nombramientos a través de la prensa en vez de informarle 203 A. C. Schönmeyr, [Oficio] al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, 17 de enero de 1928, Suecia, Archivo del Escritor, Biblioteca Nacional de Chile.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=