Gabriela Mistral y la Universidad de Chile
137 CUARTA PARTE: 1924-1945 perspectiva, resulta una lamentable continuidad arrastrar todavía proble- mas de dinero, incluso después de conseguida su pensión. En una carta escrita a fines de 1926, en que ella y Palma Guillén habían arrendado una casita en Fontainebleau, en las afueras de Paris, Gabriela resume a Aguirre Cerda sus funciones: “Aquí […] trabajo como Consejera en el Instituto de Cooperación Intelectual de la “Soc. des N.”. Es una labor técnica, un poco estadística, con utilidad a la larga, algo burocrática, pero seria y humana. Tengo para dos años más, no dedicando el año entero, porque voy al Mediodía cuando puedo, a recoger fuerzas del sol” 169 . Unos meses más tarde, cuando ha salido del frígido invierno y la primavera está en pleno camino, la poeta escribe de nuevo a don Pedro indicándole que tendrá a su cargo, desde su puesto en el IICI, “una co- lección de clásicos hispano americanos que preparamos y donde van intercaladas páginas chilenas, las únicas que valen entre los muertos, las de historia” 170 . Mistral tendría entre sus funciones la creación de la Collection Ibéro-americaine. Desde 1930 a 1939, editaría ejemplares de clásicos latinoamericanos traducidos al francés. El comité de publicacio- nes de esta colección estaría conformado, entre otros, por Gabriela Mistral (Chile), Francisco y Ventura García Calderón (Perú), Mariano Brull (Cuba), Alcides Arguedas (Bolivia), Roberto Gache (Argentina), Gonzalo Zaldumbide y Cristóbal Pallares (Ecuador), Alfonso Reyes, Jaime Torres Bodet y Palma Guillén (México). A este grupo se sumaban europeos como Enrique Díez-Canedo y Aurelio Viñas (España), Raymond Ronze, G. Le Gentil, Ernest Martinenche, Paul Rivet (Francia), Gonzague de Reynold (Suiza) y Dominique Braga (franco-brasileño) 171 . De los dos volúmenes aparecidos en sus dos primeros años, justamente destaca el libro Historiens chiliens ( Historiadores chilenos ), una antología de historiadores desde la co- lonización española hasta fines del siglo XIX. Luego, en 1938, se publicó Folklore chilien ( Folklore chileno ), editado y traducido por Jacques y Geor- gette Soustelle, y con prefacio de Mistral. 169 Mistral, Carta a Pedro Aguirre Cerda, 28 de diciembre de 1926. 170 Gabriela Mistral, Carta, 27 de agosto de 1927 [manuscrito], transcripción de Raúl Silva Castro, Archivo del Escritor, Biblioteca Nacional de Chile, https://www.bibliotecanacional digital.gob.cl/bnd/623/w3-article-553194.html. 171 Sylvia Molloy, La diffusion de la littérature hispano-américaine en France au XXe siècle (París: Presses Universitaires de France, 1972).
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