Gabriela Mistral y la Universidad de Chile
100 Gabriela Mistral y la Universidad de Chile familias de nuestra sociedad y un numeroso grupo de intelectuales y periodistas, y admiradores de la poetisa” 107 . El acto se desarrolló entre dis- cursos encendidos y delicadas intervenciones musicales y de canto, que otorgaban al ambiente un aire solemne y emotivo. Entre quienes tomaron la palabra, destacó el secretario de la Legación de México, Antonio Castro Leal, quien afirmó que Gabriela Mistral “no ha convivido en cenáculos literarios; no [se] ha formado en las filas de ninguna escuela determinada. El don del canto, es en ella como la función natural de un espíritu superior, y lo ejercita con la constancia y la sencillez del ave” 108 . Sus palabras pare- cían responder, con elegante firmeza, a la polémica que rodeaba a la poeta por su falta de título profesional, sumándose al respaldo público invocado en esta ceremonia de despedida. En medio de la ceremonia, el ministro Barros Jarpa le entregó, en un gesto simbólico, la bandera que habría de llevar consigo, con el propósito de hacerla flamear en la Escuela Gabriela Mistral recién inaugurada en México. Por su parte, cuando la poeta finalmente tomó la palabra, resumió algo de sus contactos con escritores y oficiales mexicanos a lo largo de los últimos seis años, desde su correspondencia con Amado Nervo hasta su amistad con Enrique GonzálezMartínez y el vínculo con José Vasconcelos. Cerró su intervención con unas palabras que dibujan sus últimos meses: llegar a México, dijo, sería para ella como llegar “a la casa de mi madre en una tarde de cansancio” 109 . En esa imagen íntima asomaban los sinsabores que había debido enfrentar desde su larga campaña para entrar y perma- necer en la dirección del Liceo no. 6. En este mismo establecimiento en el que ejercía la dirección, el pro- fesorado le ofrecería un homenaje más sencillo, descrito como una fiesta de té. De manera paralela a estos actos de despedida, una fuerte mo- vilización estudiantil encabezada por la FECH se desarrollaba en la Universidad de Chile entre el 19 y el 22 de junio. La protesta estudiantil reformista terminó en la toma del Salón de Honor para impedir la se- sión del Consejo de Instrucción Pública 110 . Por eso, entre los “numerosos 107 La Nación , 21 de junio de 1922. 108 La Nación , 21 de junio de 1922. 109 La Nación , 21 de junio de 1922. 110 Moraga, Muchachos casi silvestres , 365–66.
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