Del océano al verso. Las caracolas de Pablo Neruda

biósfera, o bien a especies difíciles de encontrar ya sea por su carácter inusual en la naturaleza o porque viven a grandes profundidades, o porque han sido consideradas extintas, como Tropidophora cuvieriana de Madagascar. En algunos casos, como sucede con las almejas gigantes de la familia Tridacnidae que solo tiene nueve especies en el mundo, llama la atención que cuatro forman parte de esta colección, todas ellas vulnerables o en peligro de extinción 4 . También hay allí especies muy comunes, incluso algunas son invasoras, como es el caso de Rumina decollata , que causa graves problemas en la agricultura. Fue interesante advertir que varios ejemplares llevan en su interior una etiqueta con el nombre científico, el valor comercial y lugar donde fueron adquiridas. Eso muestran que se trata de ejemplares comprados por Neruda, pues los coleccionistas generalmente entregan esos datos para dar mayor valor a su material. En otros casos llama la atención la presencia de papeles escritos por Neruda en los que se lee «la encontré en Acapulco en agosto 1942» o «la encontré en Manzanillo». Probablemente algún científico indicó al poeta la importancia de registrar el lugar de recolección y la fecha del hallazgo, aunque se vea que este registro fue claramente ocasional. Si se considera la textura y grosor de las conchas, se observa que hay algunos ejemplares muy frágiles, pequeños o grandes, de bordes quebradizos, cuyas conchas, a pesar de los numerosos traslados, aún están en buenas condiciones. Esto demuestra el cuidado con que han sido conservadas y manipuladas. [4] Wen-lung Wu. «Mollusk in Cites», Academic Sinica and Council of Agriculture (1999): 143. 35 del océano al verso

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