El crimen de la calle Nataniel: Testimonios, fotografías y documentos del caso que revolucionó la odontología forense en Chile
― ¿La han llamado a declarar? ― No, señor. Donoso agrega una nota y dice: lo que había oído me pareció bastante por el momento. Una última mirada a la pobre casita de dos piezas, muy bien arreglada,muy decente para tanta pobreza.No era aquel el tugurio asilo de un miserable bandido, te- nía sí todo el triste abandono de un destrozado nido. Foto N° 84. Publicidad de la revista Corre Vuela ofreciendo su contenido. Esta revista semanal tenía principalmente contenido político y humorístico. Su primera publicación fue un año antes del crimen de la legación alemana en 1908. BIBLIOTECA NACIONAL DE CHILE. Revista Zig-Zag (1905-1964). Memoria Chilena. Disponible en https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-3684.html. Accedido en 20/4/2025. ― Se dice que usted aseguró no ser de sumarido el cadáver cuya autopsia presenció. ― Pero, señor, yo lo único que dije era que Exe- quiel tenía sus dientes blancos y enteros, y ahí me mostraban unos negros y en la mitad. Después supe que se le habían quemado. ― ¿Y qué piensa hacer ahora? ― He resuelto, señor, presentarme reclamando una cantidad por la muerte de mi marido, porque no es justo que mis hijos se queden sin el trabajo de su padre y sin un centavo. Exequiel no solo ga- naba para comer, sino que ahorrábamos, y con los ahorros estábamos pagando la casita en que vivi- mos. Debía cancelarse en 4 años, y llevábamos ya nuevemeses pagados. Todo se va a perder, y yo creo que las leyes me amparan para cobrar algo por la muerte de mi esposo. ― ¿Y se ha consultado conalguiena este respecto? ― Han ido varios caballeros a ofrecerme queme representarán en la reclamación, entre ellos don Agustín Gómez García; pero yo no he resuelto to- davía cuándo me presentaré ni a quién le pediré el servicio de que me ayude en esto. ― En todo caso, hija, cuente también con que La Unión tendrá mucho gusto en proporcionarle gra- tuitamente, por cierto, un abobado que tomaría a su cargo la reclamación que Ud. piensa interponer. ― Un favor más que le deberé, pues, señor. Yo le diré mañana lo que resuelva. ― Y en cuanto a los restos de su marido, ¿qué piensa hacer? ― Yo quisiera, señor, saber si por haber servido Tapia 17 años en el Regimiento de Cazadores, des- de corneta hasta sargento primero, me lo admiti- rían en el mausoleo del Ejército. ― Entendemos que ese derecho es para los que mueren siendomilitares; y sumarido había dejado de serlo: pero en todo caso se puede hacer alguna diligencia en ese sentido. Cuando Bienvenida Salgado se despedía de no- sotros, sin haber proferido una palabra de queja El siguiente relato da cuenta de la posible ayuda que la familia de Tapia recibió. Esta conversación con Donoso aporta en este sentido: ― Muy a tiempo, señor, se han acordado de mí, porque he quedado en el mayor desamparo, sin el menor recurso. Y tan sola, señor; allá tan lejos don- de vivo; pienso venirme a la casa de este compadre. ― Y nos mostraba a su acompañante, Ricardo Ibáñez—con cuya señora somos conocidos mucho tiempo, y vive más cerca, en Villavicencio 320. 80 EL CRIMENDE LA CALLE NATANIEL. Testimonios, fotografías y documentos del caso que revolucionó la odontología forense en Chile (1909).
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=