El crimen de la calle Nataniel: Testimonios, fotografías y documentos del caso que revolucionó la odontología forense en Chile

El periodista Sr. Vicente Donoso Raventos pudo ser testigo directo de las impresiones que después de algunos minutos de obser- vación el médico concluyó terminantemente: ― Este cráneo no presenta señales de aplasta- miento. La rotura que se divisa parece hubiera sido hecha con un instrumento especial. No es que se encuentre el cráneo fracturado, es que aquí falta la mitad de él. El señor Molina conversó por algunos momentos con varios de los presentes. ― ¿Sobre el cadáver se encontraban vigas o grandes objetos de madera? ― Absolutamente nada, ninguna viga ni nin- gún otro objeto pesado. ― ¿Qué se hallaba entonces encima? ― La capa que lo cubría por encima, de espesor más o menos de media vara, se reducía únicamen- te a tierra menuda, y la que se hallaba inmediata- mente encima de él era de papeles chamuscados. ― ¿Usted, señor, ayudó a desenterrar el cadáver? ― Yo fui el primero que lo vi. Todo este diálogo lo oíamos nosotros encerrados en el sitio comprendido entre dos murallas desplo- madas a la derecha e izquierda nuestra; al frente se divisaban únicamente los maderos de un tabi- que ya caído. La luz de algunos faroles alumbraba la escena. (Tartarin y Mora, 1909) Después del reconocimiento médico y de los innumerables comentarios oídos de todas partes, de las conversaciones y cuchicheos de las autoridades, en unmomento dado se pro- cedió a despejar el recinto. El cadáver fue sa- cado de la casa y pasado provisionalmente al Club Alemán, situado más o menos en frente de las casas quemadas. De ahí fue llevado a la Morgue, donde fue dejado hasta el día si- guiente. (Tartarin y Mora, 1909) N. del A. Al comenzar esta investigación histórica fueron muy útiles los libros de la época y otros más recientes que hablaban sobre el suceso, pero sin duda el poder leer la prensa que iba contando la historia hizo una gran diferencia Al revisar esos diarios en microfilms en la Biblioteca Nacional de Santiago pude revivir la sensación de expectación que provocó este hallazgo Los incendios eran más frecuentes de lo que uno podría pensar, pero que hubiera víctimas hacía de este incendio distinto y mayor interés de la prensa que fuera un funcionario de una legación extranjera ¿Cómo pasó de ser un incendio, a una tragedia a un asesinato? Escobar relata el sentir de la gente: Aquella noticia significaba para la capital una aconteci- miento de alta sensación, por eso la gente formaba muchedumbre hirviente, arrolladora, desde la es- quina de la gran Avenida Delicias, hasta el límite del fuego. Por eso la Brigada Central, mandó sus guardias de a caballo para contener el orden. Los miembros de la colonia alemana dejaban sus que- haceres para acudir a contemplar el desastre de su legación: de su territorio como quien dice. Todos los reporteros de la prensa de la ciudad llegaban en ca- rrera desenfrenada, rompiendo los cordones de la policía, con el poder de las tarjetas acreditadoras de su personalidad, que la Prefectura da . (Alas, 1909) N. del A. Escobar menciona una tarjeta que portaban los periodistas, que era una especie de salvo conducto para mostrar a las policías Lo nombra también Vicente Donoso cuando va a ver a la Sra Bienvenida Salgado, viuda de Tapia a su casa y hay agentes de la policía, pero puede pasar gracias a ella 38 EL CRIMENDE LA CALLE NATANIEL. Testimonios, fotografías y documentos del caso que revolucionó la odontología forense en Chile (1909).

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