El crimen de la calle Nataniel: Testimonios, fotografías y documentos del caso que revolucionó la odontología forense en Chile

Mi padre, que había concurrido al incendio vestido de civil, me llamó para decirme: ― ¡Figúrate que parece que el Canciller de la Le- gación, un señor Beckert, ha sido asesinado y este cadáver que acaban de sacar ustedes es el suyo! Ante los despojos de aquel muerto, el barón von Bodman exclamó en alemán: ― Este es mi Canciller y aquí se ha cometido un crimen atroz. Y fue la iniciación de un suceso que afortunadamen- te para nosotros los chilenos, culminó con el descu- brimiento sensacional de lo ocurrido . (Ried, 1966) en arriendo por su propietaria a la Sra. Celia Latorre viuda de Guevara, quien vivía en ella con su madre y una sirvienta. Ella vivía en el segundo piso. La señora Latorre subarrendaba habitaciones a caballeros solos y dos piezas a la Legación. Una de estas piezas daba a la calle Nataniel Cox y la otra a un patio interior. El fuego co- menzó en la segunda pieza de la casa Nº112, que era ocupada laboralmente por el secreta- rio de la legación de Alemania, Juan Bernar- do barón von Welczeck. Como la anterior, la casa Nº 102 de la misma calle, habitada por la propietaria y la 108 por doña Rosalía Rencoret de Guerrero, quedaron igualmente reducidas a escombros. También se quemaron unas co- cheras que ocupaban los carruajes del señor Carlos Campino. Por la calle Alonso Ovalle se quemaron las casas Nº1266, 1276 y 1286, que se encontraban desocupadas. (Tartarin y Mora, 1909) (Alas, 1909)(Benadava, 1986) Benadava damás detalles del lugar del incen- dio, estos antecedentes son extraídos, a su vez, de las declaraciones de testigos y autori- dades en la carpeta investigativa del caso y en el libro de Tartarin y Mora. Felizmente pude tener acceso a todos esos documentos y doy fe de que han sido cuidadosamente descritos y son confiables. Muchos de ellos se repetían corroborando su precisión histórica. En 1909, la sede de la legación imperial de Alemania en Santiago estaba situada en los bajos de un edificio de dos pisos, ubicado en Nataniel Cox esquina de Alonso Ovalle, propiedad de la Sra. María Ojeda viuda de Si- món. Este inmueble comprendía seis casas y en cada una de éstas vivían distintas familias. La de Nataniel Cox Nº112, bajos, estaba dada N. del A. hasta no ir presencialmente a la dirección descrita me costaba entender esta explicación Resulta que no son casas como uno lo imagina, sino que, hasta el día de hoy sigue siendo una fachada continua con numeraciones secuentes pequeñas De hecho, hoy en día (2025) Nataniel Cox Nº112 es ocupada por un almacén del barrio Es por lo que el fuego se extendió tan rápido y causó la perdida de tantas casas Ahora es de construcción sólida, pero en ese tiempo era de material ligero sin cortafuegos modernos Los vecinos y tres agentes de policía que pasa- ban por el lugar se dirigieron al sitio amagado a prestar auxilio. Con un hacha derribaron la ventana, pero no pudieron entrar porque el humo los sofocaba. Tras abrir la mampara de la casa, ingresaron a un pasadizo que comuni- caba con las dos piezas de la legación, pero las puertas de ambas estaban cerradas con llave. 34 EL CRIMENDE LA CALLE NATANIEL. Testimonios, fotografías y documentos del caso que revolucionó la odontología forense en Chile (1909). N. del A. Según los documentos consultados, inicialmente se atribuyó la muerte a causas accidentales: el incendio y el derrumbe de una viga La hipótesis del crimen solo emergió después Sin embargo, este testimonio en primera persona—de un periodista cuya relevancia el lector descubrirá— junto con otros pocos registros, anticiparon la verdad mucho antes que la opinión pública y las autoridades policiales

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