El crimen de la calle Nataniel: Testimonios, fotografías y documentos del caso que revolucionó la odontología forense en Chile
titulados y la acentuación gradual de su prestigio dentro y fuera del país, que ha traído una mayor afluencia de estudiantes a sus aulas y de enfermos a sus clínicas, en hechos que venían poniendo en evidencia ante los poderes públicos la urgencia, de mejorar sus condiciones, de ensanchar sus servi- cios, de darle, en fin, un local propio. Esfuerzos de largos años, insistencia permanente, argumentaciones de todo género, no habían logra- do decidir la atención de las autoridades superio- res, ni encontrado en medio de las agitaciones po- líticas de esta tierra, ni el momento oportuno para hacerse oír, ni el hombre que, por encima de las agitaciones de su Gobierno, tuviera la voluntad, la energía y el tiempo necesario, para dar impulso a toda idea, a toda obra que significará un paso más hacia el progreso y el bienestar general. Pero en los momentos mismos en que todos los es- fuerzos aunados, parecían contribuir a modificar las disposiciones a nuestro favor, la participación decisiva que los conocimientos dentales, con la injerencia del Director de la Escuela, tuvieron en el establecimiento de un crimen que conmovió hondamente la sociedad chilena vino, afortuna- damente, a poner en evidencia, ante el mundo entero, toda la importancia del dentista, aún en asuntos de carácter legal, y desde ese instante, la suerte de la futura Escuela Dental quedó echada. Tuvo el Presidente Montt la honra de iniciar e im- pulsar su construcción como para resarcirla del largo olvido en que se le mantuvo medio siglo. Los trámites para su proyecto, edificación e instalación se han hecho con una rapidez no siempre observa- da en las Obras Públicas de Chile. En un breve pla- zo de dos años, como el despertar de un sueño, en- contramos la Escuela funcionando en casa propia. En una casa que no es un palacio, pero que es rica en buena distribución, en luz, en aire y que, situa- da en un punto central de la ciudad, tiene los más amplios y hermosos horizontes. Al mismo tiempo semodifica su plan de estudios, se aumenta su per- sonal docente, ymediante sumoderna instalación, nuestra Escuela pasa así a ser la primera en Sud- américa y queda en condiciones de bastarse a sí misma para preparar futuros dentistas que hagan honor al país. La Escuela Dental de Chile, bajo la dirección del doctor Valenzuela, ha hecho conocer su prestigio dentro y fuera del país y contribuye a demostrar- lo el hecho de que desde el año 1909 los dentistas chilenos titulados, en este establecimiento son ad- mitidos en la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, en las mismas condiciones que los titula- dos en cualquier parte de Europa, o sea que para darles el título de Cirujano Dentista de aquella Universidad se les exige actualmente solo el desa- rrollo de un curso especial de 1 año en vez de 2, que antes era obligatorio. Desde hace 32 años es miembro activo de la So- ciedad Médica de Chile, a cuyos debates ha contri- buido constantemente con sus conocimientos y la prestación de numerosos casos clínicos. Miembro del directorio en varios periodos, fue elevado al cargo de Vicepresidente de dicha institución en 1909. Forma parte de la Facultad deMedicina des- de el 27 de marzo de 1913, habiendo sido nombra- do miembro académico en reemplazo del distin- guido y malogrado doctor y filósofo don Santiago Lois . (Portillo, 1915) 253 Capítulo 12 . 10 de septiembre de 1911.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=