El crimen de la calle Nataniel: Testimonios, fotografías y documentos del caso que revolucionó la odontología forense en Chile
Beckert, ha trabajado, seguramente según el prin- cipio conocido, de que “el fin justifica los medios”. Para borrar sus huellas, sacrificó a un hombre. Se encontraron en el cadáver trozos de ropa que per- tenecieron indudablemente a Beckert y que toda- vía vestía en lamañana del incendio. Posiblemente quiso con eso despertar las sospechas de que cuan- do se encontrara el cadáver se pensara que Beckert en persona había sido asesinado y quemado, pero para eso no bastaban los vestidos. Era necesario hacer irreconocibles la cara y ciertas señales, entre otras varias que eran conocidas de algunas perso- nas, como ser la tapadura de los dientes, la úlcera y la fractura de la pierna izquierda y sus lentes. ― ¿Qué ha pasado con esas señales? La cara estaba profundamente quemada hasta los huesos, siendo imposible reconocerla, faltaban las coronas de los dientes tapados por el dentista y que los conocía a todo el mundo, o por el incendio, o porque los hubiera quebrado intencionalmente con una tenaza. Estas cuestiones no pueden afir- marse positivamente sin hacer antes estudios ex- perimentales comparativos. Además, se impone por sí mismo la cuestión siguiente: ¿Ha obrado con conciencia o por ignorancia, la se- ñora de Beckert al darnos datos inconcisos sobre la dentadura de su marido u olvidó Beckert de des- truir a tiempo las cuentas del dentista? Las dos extremidades inferiores estaban carboni- zadas hasta la profundidad de los huesos y falta- ba, además, en la pierna izquierda, a donde, se- gún declaración posterior del señor Sievers, tenía Beckert una fractura y una úlcera, un trozo de siete centímetros de largo entre los muñones,muy carbonizados de la tibia y del peroné. Las partes que todavía podían identificarse con faci- lidad, cubiertas con restos de vestidos, lo mismo que la región de la grave herida del pecho, eran las me- nos carbonizadas. No sería posible suponer que las partes más carbonizadas hubieran sido destruidas de antemano por una llama muy fuerte, como la de un soplete, por ejemplo, después de haberlas lesio- nado intencionalmente, como pasa por ejemplo con la pierna izquierda, mientras que las partes menos quemadas fueron protegidas del fuego. Efectivamente, según las informaciones recogidas, el tronco del cadáver se encontró colocado sobre un gran montón compacto de papeles inadecuados para la combustión, debajo del cual estaban los lentes y el pañuelo ensangrentado de Beckert. En contraposición a esto, sobresalían de ese montón la cabeza y las extremidades inferiores que casi fueron consumidas por la hoguera. Naturalmente, todas esas reflexiones no son más que hipótesis que se pueden hacer partiendo de la base de las alteraciones que presentó el cadáver y de que estemismo no es el de Beckert. En todo caso, sería muy importante tener a la vista o levantar un protocolo minucioso del lugar donde se encon- tró el cadáver y de las circunstancias externas que lo rodearon y hacer en consecuencia, un estudio severo del proceso Beckert. Responsable único, pues, de la sepultación del ca- dáver de Tapia, como el de Beckert, del discurso del Ministro de Alemania y demás es el doctor Valen- zuela Basterrica. ― ¿Y por qué? ― Porque dos horas antes de que fuera sepul- tado el cadáver, él sabía que no era el de Beckert y, sin embargo, ocultó a todos ese interesantísimo detalle. Los días 8 y 9, el doctor Aichel y yo, que fui- mos designados por el juzgado, hicimos dos reco- nocimientos al cadáver. Al examinar la boca, pre- guntamos a la esposa de Beckert si sumarido tenía todos los dientes y no contestó que sí. En el cadáver encontramos también todos los dientes ymuelas y ya no nos quedó lugar a dudas el día 9, después del segundo reconocimiento que hicimos, se presentó en la casa de la calle purísima el doctor Valenzuela Basterrica. Nosotros le dimos toda clase de facili- dades y aún yo le dije, usted no encontrará nada de nuevo fuera de lo que nosotros hemos encon- trado. El doctor Valenzuela Basterrica preguntó 217 Capítulo 10 . Miércoles 17 de febrero de 1909.
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