El crimen de la calle Nataniel: Testimonios, fotografías y documentos del caso que revolucionó la odontología forense en Chile
Beckert no interrumpió su trabajo y al contrario me pareció que lo apresuraba, y sin siquiera levan- tar su cabeza contestó en medio de una extraña turbación, en voz baja; no se. Fue entonces cuan- do el Sr. Ministro le ofreció amistosamente días de permiso para que tranquilizara su espíritu. El día del siniestro llegamos a la legación el Sr. Ministro y yo como a las 11:30 horas y ya es- taba en ésta Beckert. Según mis recuerdos, el Sr. Ministro le ordenó la redacción de un memo- rándum proporcionándole los datos que debían Foto N° 161. Esta boleta fue hecha el 11 de febrero para ser adjuntada a la declaración del dueño de la armería. En ella detalla los artículos que compró Beckert a principios de febrero. En su declaración el Sr. Seyler dice que Beckert grabó, en el estuche de una de las armas, unas iniciales: CLM que eran las del nombre falso que usó para escapar, Ciro Lara Mottl. Es interesante ver como el público ya estaba informado y se refiere a Beckert como un criminal. Loch. Caso Legación Alemana. 05 de Febrero 1909. Colección Histórica de Homicidios. Policía de Investigaciones de Chile. (2009). servirle de base. Beckert escribía a la máquina y el Sr. Ministro y yo nos pusimos a leer los diarios. Cuando Beckert estaba en esa tarea es cuando ocurrió la escena que describí. El Sr. Ministro y yo nos retiramos de la legación, serían las doce cincuenta o doce cincuenta y cin- co, Beckert quedó en el escritorio terminando su trabajo y nos despedimos como siempre dándonos las manos. (Loch, 2009) Seguramente por el revuelo mediático y no- ticias de la prensa, ese jueves 11 de febrero el Sr. Juan Seyler, dueño de la Armería y Lampa- rería Belga deja una constancia en la policía de Santiago sobre la compra que había hecho Beckert días antes y lo deja registrado así el jefe de policía Sr. Eugenio Castro al juez Bian- chi: El Sr. Beckert, en los primeros días del presente mes hizo en su establecimiento las compras que se indican en la planilla adjunta. Compró 20 mues- tras demecha y el cuchillo que posiblemente pensó emplear para su crimen. Es de advertir que tanto el Sr. Seyler como varios empleados lo vieron mar- car la caja del rifle con las iniciales CLMque corres- ponden al de Ciro Lara Mottl con que hoy huye. (Loch, 2009) A cada hora se sabían más y más anteceden- tes del hecho y voluntariamente quienes, sin saber, se vieron involucrados en el caso iban a prestar declaración. Es el caso del empresario Juan Seyler, quien vendió a Beckert elemen- tos que usó para el incendio y armas para concretar su plan. Aquí hay un dato nomenor y es que sus empleados vieron al asesino gra- bar una de las armas con otras iniciales que el lector reconocerá. Compró ese día un rifle salón de repetición, un estuche, 500 balas, un revolver de repeti- ción S.W. calibre .38 negro de cinco tiros, 100 balas, un paquete de mecha para yesca de 20 metros y un cuchillo de caza de doblar de do- ble hoja. No hay detalles del incendiomismo, pero es una posibilidad que, después asesinar 154 EL CRIMENDE LA CALLE NATANIEL. Testimonios, fotografías y documentos del caso que revolucionó la odontología forense en Chile (1909).
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