El crimen de la calle Nataniel: Testimonios, fotografías y documentos del caso que revolucionó la odontología forense en Chile

los restos del canciller don Guillermo Beckert, y partía el cortejo en dirección hacia la Deutsche Evanjelische Kirche, situada en la calle Santo Domingo Nº1825. Aquí esperaban reunidos en la nave de la iglesia protestante alemana, numero- sas señoras y caballeros de la colonia . (Alas, 1909) La capilla estaba adornada con bambúes y plantas tropicales. Frente al altar y al pie de éste se alzaba el catafalco cubierto con una bandera alemana. El altar, cubierto con colgaduras de felpa de color Foto N° 147. Exequiel Tapia pasaba de ser sospechoso de un robo con homicidio a ser la presunta víctima del canciller Beckert. Se hablaba en la prensa de un maquiavélico plan por parte del que hace un día era, víctima de un crimen por venganza de algunos chilenos. BIBLIOTECA NACIONAL DE CHILE. Revista Zig-Zag (1905-1964). Memoria Chilena. Disponible en https://www.memoriachilena . gob.cl/602/w3-article-3684. html. Accedido en 20/4/2025. N. del A. Es difícil imaginar la situación con la distancia del tiempo, pero el lector debe entender que se efectuaron los funerales en la tarde del miércoles 10 de febrero cuando la prensa ya informaba que el difunto podría no ser Beckert. No había claridad de quién iba a ser sepultado, pero ya había certeza para la justicia de que no era el canciller Sin duda había un ambiente de incertidumbre y confusión en esos días Esto tal vez explica la expectación pública e interés que este suceso causó en ese tiempo morado y con flecos dorados, sostenía un crucifijo plateado y al pie de éste un ejemplar de la Biblia. A las 17:10 horas se detenía a las puertas de la igle- sia alemana la carroza, la urna fue colocada sobre el catafalco por los deudos y amigos del extinto. El pastor protestante revestido del traje que usan en tales actos, procedió a leer algunos versículos de la Biblia en alemán y luego después dirigió algu- nas palabras a los asistentes que llenaban la sala; terminó con una invocación y al mismo tiempo que extendía las manos sobre el ataúd, hizo sobre él la señal de la cruz con toda la mano derecha, acto seguido el féretro fue trasladado a la carroza, que momentos después emprendía camino al Cemen- terio General, seguida de un numeroso y lucido cor- tejo que abarcaba la extensión de varias cuadras. Asistieron la colonia alemana, representantes del Cuerpo Diplomático y del Gobierno y autoridades. Pudimos anotar las siguientes: Excmo. Señor Ministro de Alemania y el secretario de la lega- ción von Welczeck, Excmo. señor Ministro de 145 Capítulo 6 . Miércoles 10 de febrero de 1909.

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