El crimen de la calle Nataniel: Testimonios, fotografías y documentos del caso que revolucionó la odontología forense en Chile
caries casi toda la corona, sin que se note que haya habido intervención de dentista. 3º Que siete dientes anteriores de la mandíbula superior aparecen carbonizados en la parte corres- pondiente a la corona, pudiéndose notar que no han sido afectados de caries hondas y que no hay vestigios de operaciones dentarias. 4º Que la destrucción por quemadura de los dien- tes en la mandíbula inferior solo afecta a cuatro, parcialmente y que todos losmolares de estaman- díbula se encuentran completamente sanos. 5º Que los dientes son parejos, de tamaño media- no (el incisivo central izquierdo que resta mide nueve milímetros de largo por cuatro de ancho) y que la dentadura tiene una articulación u oclusión normal. Es decir que cuando el individuo está con una boca cerrada, el contacto de los dientes supe- riores con los inferiores permitiría constatar que una mandíbula no sobresalía respecto de la otra. En consecuencia, el rostro de la persona en su par- te inferior no tenía irregularidades con respecto al esqueleto. Como complemento de lo expuesto y habiéndome expresado la esposa del Sr. Beckert, en presencia del agente Sr. Palacios, que a su marido le falta- ban algunas muelas, lo que le había hecho decir en algunas ocasiones cuando comía: “ya me estoy poniendo viejo” y que tenía una corona de oro en la mandíbula superior del lado derecho, que se la había confeccionado el dentista Sr. Denis Lay, do- miciliado en el Portal Edwards, me trasladé a casa de este señor. El Sr. Denis Lay no estaba en su casa y según me dijo el Sr. Villarreal, que atiende actualmente su estudio, se encontraba veraneando en la Hacienda de La Unión de Don Carlos Balmaceda, Departa- mento de Melipilla. El señor Villarreal, enterado de mi cometido, me exhibió los libros de la oficina dental del Sr. Denis Lay. En ellos aparece en el libro caja que el 30 de abril de 1906 Don Guillermo Beckert dio a cuenta la cantidad de cincuenta pesos y en 13 de septiembre del mismo año se ve su cuenta cancelada con la suma de ciento cinco pesos. En el libro de clientes, se anota, en mayo de 1906 trabajo contratado por $110. En este mismo libro, en julio de 1906 aparece ano- tado el trabajo, cuyo detalle es el siguiente Cinco extracciones con anestesia. Cuatro tapaduras con oro. Tres tapaduras con platino. Una tapadura grande en platino en cavidad sin nervio. Una corona de oro. Como pudiera suceder que los trabajos menciona- dos hubieran sido ejecutados solamente por orden y a cargo del Sr. Beckert, para otra persona se hace indispensable la declaración del señor Denis Lay, para cuyo efecto US, si lo tiene a bien se ha de ser- vir ordenar, se mantenga en mi poder las piezas examinadas hasta que US. dando por terminada la investigación, ordene su destino. Excusado parece ser presente a US que si el Sr. Denis Lay ha ejecutado las operaciones que se detallan en sus libros en la dentadura del Sr. Guillermo Beckert, y que aparecen a nombre de éste el cadáver encontrado en la casa que- mada en la calle de Nataniel, no puede ser el del Sr. Guillermo Beckert. Es cuanto puedo informar por ahora a US. respecto al examen del aparato dental. Observaré que el aspecto general del cadáver era el de una masa informe en que el tegumento externo del cuerpo en toda su extensión, estaba carboniza- do, de talmanera que si se han encontrado restos de ropa próximos al cuerpo, no puede decirse que el in- dividuo las llevaba puestas, pues también pueden haber sido colocadas intencionalmente cerca. Dios guíe US. Dr. J Valenzuela B. 117 Capítulo 6 . Miércoles 10 de febrero de 1909.
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