Esencia y vocación. Ochenta años de formación profesional y creación de conocimiento para Chile
La Escuela de Química y Farmacia surge tras el término de la enseñanza conjunta con la carrera de Medicina en 1911, momento en que se le otorgó autonomía a cada programa de estudios. Tiempo después, un hito decisivo que marcó el distanciamiento de la carrera de Farmacia con la Facultad de Medicina fue el incendio que afectó las antiguas instalaciones de la Escuela en 1919. A partir de este hecho, se iniciaron las gestiones para encontrar un nuevo espacio que respondiera a las necesida- des concretas de la enseñanza de las ciencias químicas y farmacéuticas. Fue entonces que, en 1925, se adquirió el inmueble ubicado en Vicuña Mackenna 20, bajo la dirección de don Armando Soto Parada. Desde ese entonces, hasta la creación de la Facultad de Química y Farmacia, es posible identificar una consolidación de la profesión farmacéutica, tanto en su enseñanza como en su articulación gremial. En esta época se crearon nuevas cátedras, incorporando Bacteriología e Higiene, Farmacognosia, Farmacia Industrial, Química Biológica, Bromatología y Toxicología al plan de estudios, buscando una mayor pro- fundización en cada materia. Además, se realizó el Primer Congreso Nacional de Farmacéuticos en 1926 y se fundó el Círculo de Estudios de Química y Farmacia en 1930, mismo año en que se comienza a otorgar el título de Químico Farmacéutico. A fines de la década, se crearon las espe- cialidades de Químico Sanitario, Químico Farmacéutico Industrial y Químico Analista. Y, por último, en 1942, se instituyó el Colegio de Químicos Farmacéuticos de Chile, ini- cialmente comprendido como un espacio de encuentro entre profesionales químicos farma- céuticos, la comunidad científica universitaria y las autoridades. L
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