Memoria colectiva... flores de paz y libertad...

84 saludarlo y hablar de lo ocurrido. No lo encontré y nunca más lo volví a ver. En la cárcel, : (7) José Benado G. 66, (8) Alejandro de la Barra. Después, alguien me contó, que lo habían asesinado. Se transformó en un amigo ausente, que apagó su luz visible, pero encendió su recuerdo imborrable. Fue triste, es triste, muy triste su desaparición. Hasta siempre, amigo querido”. Silvia Hernandez, G. 56, que fue su cuñada, lo tuvo muy cerca desde que Alejandro tenía 5 años. Nos cuenta: ”Nació en Londres en Abril de 1950. Su padre estaba trabajando allá en la BBC. A los pocos meses volvieron a Chile a vivir en calle Salvador donde Alejandro vivió hasta adulto. Cuando tenía 4 años nació su hermano Leonardo, con el cual mantuvo hasta el último día una relación increíblemente estrecha. Era un niño pequeño, muy suave, muy reflexivo, un niño tranquilo. En esos años se hizo muy amigo de mi hermano Iván, de su edad, y para mí era un placer hacerme cargo de los dos porque me parecían los niños más dulces del mundo. Cuando tenía 7 años sus padres se separaron y su padre se fue a trabajar fuera de Stgo. Desde entonces se crió prácticamente sólo

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