Memoria colectiva... flores de paz y libertad...

72 la composición musical fue otro de sus intereses pero su lugar favorito era la Biblioteca. Fue un lector incansable de Chejov, Balzac, Sartre y otros notables de las letras. Nora Gatica G. 62, su compañera desde preparatorias, recuerda a Jorge: “muy rubio, chico, original en sus movimientos torpes, juguetón y tímido. Sabíamos que vivía lejos pues su papá era el director del hospital psiquiátrico Open Door y allí vivían. Todos hacían bromas al respecto, él también, se reía y se tapaba laboca con lamanga. Recuerdo haber ido al Open Door con un hermoso parque al inicio del Cajón del Maipo, su papá nos atendió, paseó y quedé muy impresionada. Era amigo de los chicos del curso Samaniego, Rafael Monreal, creo que también por afinidad cultural y ya más grandes, éramos un grupo identificado por los otros como comunistas. En humanidades, Jorge era muy especial, seguía siendo tímido, pero muy activo, corriendo con los amigos y jugando a la guerra en sus cuadernos obsesivamente: dibujaba febrilmente, haciendo ruidos con la boca, llenando páginas y páginas. Era bastante aguaguado, no participaba en discusiones Pasado un tiempo, yo invité a Samaniego, Jordan, Silva, Monreal a estas reuniones de la Juventudes Comunistas con el Liceo Lastarria y pronto formamos una base sólo del Manuel de Salas con Tomás García, Aurora Leiva, Cristian Yelic, Martínez y otros. Jordan no era de reuniones, iba e intervenía poco. Siempre estaba dibujando y me parece que se aburría, Samaniego lo llevaba y presionaba para que participara”. Uno de sus amigos inseparables, Rafael Monreal G. 62 nos dice: “Mis recuerdos del LMS son indisociables de Jorge. Fuimos compañeros de curso desde su llegada a preparatorias hasta egresar del LMS en 1962. Formamos con Augusto Samaniego un trío para defendernos de los grandes, cuando éramos chicos. Después, más grandes, pero siempre de los más chicos del curso, los tres amigos partíamos a descubrir el mundo; para empezar, el

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