Memoria colectiva... flores de paz y libertad...

68 controlado debido a la politización que aumentaba. Sus tutores eran la Sra. Aída Migone y Luis Rubilar, ambos con muy buena relación y respeto por los alumnos. Sin embargo, en el discurso de Graduación, su presidente Luis Fernando Aybar G.67, sin mostrarles previamente su discurso, rindió homenaje al Che Guevara y dejaba ver claramente la conciencia social con que salían los alumnos y la determinación de ellos por colaborar con su trabajo a la construcción de un mundo mejor. Parte de él decía, “Compañeros: en unos minutos más cuando cantemos el Himno del Liceo, daremos término a una etapa de nuestra vida en la que ayudados por padres y maestros aprendimos desde las primeras letras hasta los conocimientos básicos de la ciencia moderna. …en comparación con la población de Chile de nuestra edad, somos una elite cultural privilegiada. El grupo que hoy se despide tiene muy claro el papel que le corresponde jugar en el futuro de nuestra patria y América Latina. …creo sinceramente que muy pocas veces en la Historia del mundo una generación ha tenido un papel tan hermoso y difícil como el que tenemos nosotros” El año 68 fue marcador en el cambio estimulado por la Reforma Universitaria; hasta se tomaron el Liceo. Pero también se vio un cambio cultural que se notaba en pequeños y grandes cambios de comportamiento de los alumnos como el uso de minifalda, que al principio no estaba autorizada pero las alumnas se ingeniaban para acortar y alargar la falda en la entrada del colegio, las nuevas modas de ropas y largo de pelo, la nueva relación más igualitaria entre alumnos y profesores, el uso de marihuana que tuvo un buen manejo y razón por la que nadie fue expulsado, como era esperable en esos años. Si fue expulsado un grupo de alumnos por la sustracción de equipos de música y libros de clases, con el acuerdo de profesores y centro de alumnos. La drástica medida fue entendida y ejemplificadora para la comunidad, pero un terrible castigo para los afectados.