Memoria colectiva... flores de paz y libertad...

44 al Manuel de Salas para potenciar la capacidad que veía en Arnoldo niño. Llegó a 2º Humanidades curso donde estaba Celsa Parrau que fue su amiga, su compañera y su polola hasta 1961 cuando se casaron. A ella le gustaban los ramos científicos y a él los humanistas. Los dos fueron buenos alumnos. Arnoldo era inquieto, creativo, organizaba encuentros y campeonatos. A veces era serio, otras alegre y risueño, siempre buen compañero y solidario. Era un gran amante de la vida al aire libre y de los deportes, de la música clásica, del folclore argentino y de los libros. Pero también gozaba de una charla con sus amigos o una reunión social. Miguel Kiwi, Premio Nacional de Ciencias Exactas. G. 55: Uno de sus mejores amigos nos relata: “Mi amistad con Arnoldo me marcó por vida. Lo conocí cuando ingresó al LMS alrededor de 1950. Durante nuestros estudios compartimos intensamente excursiones, deportes, trabajos escolares, discusiones sobre todo y nada, con los encuentrosydesencuentrospropiosdeunaverdaderaamistad.Viniendo yo de una familia de inmigrantes muy conservadora, Arnoldo amplió mi cosmovisión de manera sustancial. Creo que influyó poderosamente en mi posición política de izquierda, que no ha cambiado mucho desde entonces. Si bien él optó por una posición más radical, y la mantuvo toda su vida con una consecuencia política impecable, yo siempre he estado más cerca del socialismo democrático; creo que si no lo hubiera conocido habría evolucionado a una filosofía más conservadora. Su imaginación, consecuencia y audacia ya se manifestaban claramente siendo todavía estudiantes secundarios. Lo que no puedo olvidar es mi trauma narcisístico de nunca poder ganarle al ajedrez. Lo que también recuerdo, con cargo de conciencia, es una aventura irresponsable de hace unos 70 años, en que nos embarcamos en una excursión a Melocotón. Salimos a hacer trecking por una quebrada y nos encontramos con una empinada cascada. Sin discutirlo ni pensarlo dos veces decidimos escalarla. Yo iba adelante, Arnoldo seguía y