Memoria colectiva... flores de paz y libertad...
34 actitud desafiante. Nos encontrábamos en plena época de González Videla, la Ley Mordaza y el oprobio al partido comunista por el cual Carlos sentía profundas simpatías. No es de extrañar esto. Idealista convencido, limpio de corazón y de mente, percibía a la humanidad como una gran hermandad en que los más fuertes, los más afortunados, debían preocuparse de sus hermanos más débiles o de aquellos que la suerte o los regímenes políticos excluían, aquellos sin posibilidad de gozar de una vida mejor y más digna. Tuvimos largas conversaciones al respecto y aunque yo era bastante ignorante en cuestiones políticas y poco me preocupaba por la suerte de los pobres y oprimidos, Carlos me dejaba pensando y contribuyó a modificar mi pensamiento, a cuestionar las profundas diferencias existentes en los diversos ámbitos de la sociedad chilena y del mundo. Carlos ensanchó mi pensamiento y me enseñó el derecho de todos a acceder a una buena vida y a un mundo mejor. En el colegio Carlos era una persona conocida por su carisma, su carácter encendido, participativo y alegre. Siempre procuraba ayudar a los compañeros que tenían problemas del tipo que fuera. Era justo a una edad y en una época en que a muy pocos les interesaba la justicia más allá de lo que fueran sus propios intereses. Recuerdo a Carlos en su vieja casa de Doctor Johow donde lo visité en numerosas oportunidades. Allí fui recibida por su madre, doña Aurora y conocí a su hermana Elisa quien me impresionó por su atractivo. También a su hermano Pedro por quien suspirábamos las lolas de aquellos tiempos cuando alguna vez visitaba el colegio. Era un hombre muy buenmozo y amable. Recuerdo algunas tardes en la casa que Pedro había construido para él y su mujer en el inmenso sitio de la casa de sus padres. En varias oportunidades Carlos me invitó junto con otros amigos a compartir con su hermano y su cuñada tardes inolvidables escuchando especialmente música de Beethoven que era muy admirado por los hermanos Godoy. Si hay algo que me recuerda a Carlos y a esos viejos tiempos es precisamente la 9º Sinfonía de Beethoven, especialmente la parte coral. Hasta el día de hoy se me
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