Memoria colectiva... flores de paz y libertad...

25 aprendía civismo, solidaridad y tolerancia, disciplina y marcialidad que se lucía en las presentaciones públicas. No puedo dejar de mencionar a profesores de los que recibimos enseñanzas de sus materias específicas y de su actitud frente a la vida. La Sra. Carmen Moena, nos enseñó a amar la literatura, a leer reflexivamente, hacer síntesis y apreciaciones personales de lo que leíamos y obtener de ella información del mundo que nos rodeaba, en especial en aspectos sociales y políticos. Nos indujo a crear periódicos murales y ello fue una experiencia única al ampliar nuestra área de intereses. Natalio Glavic, con inteligencia e ironía, aparte de biología y química, nos enseñó una forma de ser gentil pero firme y preciso. La Srta. Marta Lara tenía la difícil tarea de enseñarnos matemáticas y al mismo tiempo como profesora jefe, hacernos crecer como individuos de un conjunto social. Amanda Perotti intentó introducirnos en el ámbito del arte plástico y la creación. La Sra. María Marchant nos enseñó un poco de inglés y mucho de sensibilidad y compromiso social y la Sra. Olga Poblete a comprender e interpretar la historia. El Inspector General, el “papi” Riquelme nos demostró con su ejemplo lo que era ser bondadoso y comprensivo y el Sr. Pereda profesor de inglés, británico en su estilo, nos enseñó lo que era ser un caballero en la mejor acepción del término. Gracias al conjunto de profesores y a su orientación pedagógica el LMS adquirió enorme prestigio en aquellos años. A fines de 3° de humanidades, desaforadas competencias y guerras con ramas y dátiles de palmera, mala conducta en clases y en los patios, habían llevado a mi curso a una especie de efervescencia revolucionaria incontrolable y nuestra directora, como una forma de restablecer el orden, dejó con matrícula condicional a un grupo de alumnos entre los cuales yo figuraba. Decidí con pena cambiar de Liceo para no tener problemas en el 4° humanidades. Ingresé al Instituto Nacional. Allí viví otra experiencia, distinta y en algunos aspectos más traumática, pero modeladora en la adolescencia y complementaria con la anterior.