Memoria colectiva... flores de paz y libertad...

203 que fuiste abuelo y que la genética obstinada bromea con los parecidos, que es el único derecho que me ha quedado en relación a tu vida…… Mi vida es el proyecto que pensaste yme transformé en una realidad. Ese proyecto nunca fue en blanco y negro, como las imágenes que pasan por televisión para explicar cómo fue nuestra infancia. Cómo fue la educación en nuestro liceo, cómo se cultivaba el compromiso social. Yo conservo un montón de colores y olores fascinantes de aquella época que para este país fue en blanco y negro. Con eso quiero decirte que recordar también me hace bien y me da alegría. Cuando te recuerdo, te oculto algunas cosas; es que con el tiempo nos fuimos enterando de tanta traición y mentira, de tanto montaje que da asco y prefiero no ensuciar tu belleza, tu compromiso, tu lealtad social y política, tu pérdida con la cantidad de acuerdos aberrantes que han ido teniendo luz. Tu alcanzaste a ver la traición, la delación cobarde entre vecinos, compañeros de trabajo, profesores a sus alumnos, entre colegas. Aquí, en tu liceo también hubo traición y delación. Cuando pienso en que debiera decirte la verdad, me duele la guata…la traición ha durado todos estos años, se fue vistiendo de “adaptación”, de ubiquémonos, en la medida de lo posible iremos haciendo lo posible, de a poquitos, para dejar tranquilos a algunos, sobre todo para sacar de la escena a esas viejas que no se cansan de andar con sus pancartas, los derechos humanos no son lucrativos, ya hay demasiado tratado internacional, se empiezan a saber demasiadas cosas y eso puede traer consecuencias que afectarían el libre mercado. Ese Chile de barrio y barriales, de pobreza y olla común, de peñas y folclor, de poetas y estudiantes callejeros, cambió su cara y su pelo. Las condiciones no son comparables, la economía es distinta, el acceso a la salud ha sido exponencial, te sorprendería ver pueblitos inaccesibles otrora, hoy cuentan con carreteras y trazabilidad. Chile cambió en un no sé qué infinito, pero que todos sentimos. Entonces te puedes encontrar con amnesias espantosas, aquél que ayer te clavó la daga, hoy te trata de compadre y te invita como amigo en alguna