Memoria colectiva... flores de paz y libertad...
202 el dolor de ver y escuchar. El calambre de ya no poder más, la locura de saber que allá o acá están tus hijos, tu compañera, tu madre, el gemido de tu padre, que ellos podrían pasar por lo mismo, dolor aberrante y desquiciado, de experimentación y embriaguez, ese chispazo eléctrico, lacerante, asfixiante, ese abandono indigno, ese silencio de negación total, flotando en el mar, surcando la tierra en algún trozo de cordillera, en la fosa que luego sería aplastada por la maquinaria destruyendo cualquier indicio de tu presencia. Crees que no seré capaz de encontrar la calma? Es que hoy nos hemos reunido a recordar, a re–cordare , a volver a pasar por el corazón. Sí, te recuerdo íntegro, una y otra vez y no requiero fechas especiales para hacerlo, te hago pasar por mi corazón. Veo tu sonrisa, siento tu olor, tus carcajadas, te veo en la feria, paseando de la mano de tu hija, abrazando a tu madre, con tu pequeño sobre los hombros. Me remonto años atrás y te veo en una escena que algunos aquí recordarán: ibas tú, Carlitos, Hernán, Celsa, Arnoldo, pequeños en una fila de carcajadas, cargando cada uno su pupitre atravesando la Plaza Ñuñoa para instalarse en este nuevo edificio, en un simbólico acto de lo que sería el sello de una generación: el trabajo colectivo y solidario, la camaradería de aquella época que tanto los marcó. Te veo jugando pichangas con el pelo transpirado en las canchas del liceo, te veo entrador y galante pololeando, te veo amando a tu esposa, a tu compañera, te veo intranquilo, comprometido, te veo asistiendo a la marcha, a los trabajos voluntarios, te escucho cantar, te siento disfrutar con tu plato favorito. Te asocio a poemas y canciones, por años guardo la ropa que aún conserva la huella de tu cuerpo. Te da susto verme así? crees que podría ser interpretado como descontrol de mis emociones?, da lo mismo, ha importado tan poco el cómo, el por qué te mataron, quién te mató, crees tú que les podría importar si yo y unos cuantos transitamos en este estadio de desazón? Recordar, verte pasar, sentir que me visitas, que me ves crecer, envejecer, acompañarme en cuanto evento importante ha tenido nuestra vida, hablarte de tu madre, de tus hermanos, que te enteres
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