Memoria colectiva... flores de paz y libertad...

192 Perdí la noción de tiempo, me arrastraron hasta una sala donde se escuchaba una fuerte música y al cambiarme el scotch por una venda pude ver los pies de personas tiradas en el suelo. Me acostaron entre ellos, esposada mi muñeca derecha con la del que estaba adelante y así sucesivamente. Sentí cuando llegaron con el profesor Nilo y David. Esa noche escuché por primera vez los gritos desgarradores de la gente a la que torturaban. Me congelaba el terror de sentir esos sonidos que eran como berridos de animal. Me hicieron memorizar los pasos que había hasta el baño (siete hasta la puerta, tres por el pasillo, bajar dos escalones y subir uno a la izquierda). Observaba mi orina por debajo de la venda y esta era de color sanguinolento. Por la mañana órdenes violentas para incorporarnos. Pasado el mediodía alguien me dijo que fuera a comer algo y que él me ayudaría a ponerme de pie. Tuve miedo pero me dijo “yo soy tan preso como tú”. Era Álvaro Modesto Vallejos Villagrán o Loro Matías. Le habían hecho las cosas más atroces Cursaba 4to año de Medicina en Concepción y era del MIR. Su rastro se perdió en Agosto de ese año en Colonia Dignidad. Acepté ir a comer algo y cuando estaba sentado en esa mesa larga llamaron a Jaime Buzio Lorca, también mirista y ex alumno del Liceo Manuel de Salas. Lo pararon y se lo llevaron; hoy figura en la lista de detenidos desaparecidos. Desde ese día, yo trataba de quedar sentado al lado del Loro Matías. Hablábamos de comidas, de salir a un restaurant o ir a Providencia. El llevaba un control de los prisioneros, memorizaba nombres y ubicaba a los torturadores. Una noche me mostró al Guatón Romo, me dijo que interrogaba de noche y en el día salía a reconocer gente. También me habló del “Coronel” que estaba a cargo del lugar. Después supe que se trataba del Mamo Contreras. El sábado 6 de Julio, una mujer embarazada que había sido torturada, perdió a su hijo y yo vi un hilito de sangre que venía hacia mis pies. Estaba la guardia del Jefe Jaime que nos maltrataba menos. El personalmente llevó a la mujer a un centro asistencial diciendo que