Memoria colectiva... flores de paz y libertad...

174 de curso, mi profesora jefe la Srta. Eugenia Lupayante, muy dulce, cariñosa y además seleccionada nacional de básquetbol, escribió una comunicación a mi madre, citándola al día siguiente sólo a ella; mi nerviosismo era máximo, pensaba: ¿quizás que hice ? Y todo lo contrario, era para preguntarle a mi madre si la persona que salía en el diario en un proceso militar era mi padre, pues tenía el mismo nombre de mi hermano mayor que también fue su alumno. Mi madre le dijo que sí, y la señorita Lupayante, sin más preguntas le dijo que me notaba distinta, que faltaba mucho al colegio, y que ahora entendía todo, pero que no se preocupara de mí en el colegio, que ella estaría atenta y se ocuparía de cualquier problema que ahí tuviera. Mi madre siempre estuvo muy agradecida de la empatía de mi profesora, a la cuál recuerdo con mucho cariño. Salí del LMS en 1980 aún en dictadura, y soy una agradecida de la mística del colegio que aún se mantenía; a pesar del difícil momento nacional, tuve la suerte de que mi profesora haya sido una mujer íntegra y protectora. La volví a ver en una junta de curso 30 años después, le di las gracias por su gesto, con un gran abrazo”. También Marcela Kohn rememora esos años: “Con la Unidad Popular me concentré en trabajar en Puente Alto, donde debía ejercer para lograr un cargo en Santiago. Asistíamos una tarde a la semana al gimnasio municipal donde iban estudiantes de las escuelas de la comuna para tener contacto con las artes musicales; fue un hermoso proyecto. Durante ese período siempre mantuve contacto estrecho con el Liceo. Con el golpe militar mi trabajo en Puente Alto perdió todo sentido y volví al Liceo. Fue un tiempo muy difícil para nosotros, siempre vigilados, cada vez que salía al patio tenía a algún funcionario barriendo a mi lado. Una vez fui llamada por el párroco de la Iglesia de la Plaza Ñuñoa para advertirme que me estaban vigilando, pensaban que yo que estaba a cargo de la impresión de las pruebas, sacaba papel del liceo para dárselo a los estudiantes que fabricaban panfletos