Memoria colectiva... flores de paz y libertad...

154 muchas cosas, como tocar guitarra, coser, escribir en su diario de vida, donde plasmaba sus sentimientos y acontecimientos sobre el día a día. Entre sus páginas, dejó sus recuerdos. Sus convicciones y sueños la llevaron a convertirse en militante del MIR, allí encontró un espacio de lucha y resistencia. Mientras compraba en Providencia en Julio de 1974 la secuestró la DINA. Testimonio de Victoria Castro Hakim G. 70: “Con mi amiga María Inés nos conocimos en preparatorias del LMS, éramos muy pequeñas. María Inés era traviesa, simpática, amistosa y risueña. Para mí era imitable, ya que yo era tímida e insegura como hija única; la familia de María Inés era grande, de hermanos mayores, lo que incluso la hacía tía de un par de niños. Además de amigas y compañeras, éramos vecinas de barrio, nos veíamos en las tardes luego del colegio, para cantar, guitarrear, escuchar música y bailar. No recuerdo bien si estudiábamos en algún momento. Después nos preparábamos para el otro día y seguir conversando, sentarnos juntas, crear chistes, dichos divertidos, claves para las o los intrusos, complicidad al máximo. Esta celosa cercanía de María Inés, impedía que yo compartiera con otras compañeras, ya que ambas sentíamos exclusividad. Un verano fui invitada a su casa en la playa de San Sebastián. Ella se portó muy bien conmigo, defendiéndome de un hermano mayor que me molestaba hasta hacerme llorar. Pero a pesar de eso, ese verano me marcó y reafirmó nuestra amistad al llegar a la adolescencia. Entonces mirábamos más allá de nuestra sala de clases buscando amigos y fuera del Liceo entreteniéndonos con gente distinta y con otra visión del mundo. María Inés se enamoró de un amigo de mi pololo, relación que no resultó y lloró y sufrió, ya que esta primera desilusión fue muy fuerte a sus 15 años. Siento que en esos momentos ambas partíamos con nuestro propio rumbo, y nos fuimos distanciando aunque igual queriéndonos y siento que la dejé ir, sin saber a dónde nos llevaría el destino. Me quedo con el sentimiento de la amistad profunda de esa época, de su alegría y sencillez, su