Memoria colectiva... flores de paz y libertad...

150 en las tribunas y había un grupo entre los que uno era igual a Jaime… me miró y en su gesto pude ver la angustia y el dolor. Sus ojos me decían: “ándate, no me veas” Bajé hacia los baños con mi pequeño sobrino y cuando regresé ya no estaba . Jaime apareció en la lista de los 119 que según la prensa de las dictaduras militares de Latinoamérica, habían caído por pugnas y luchas entre ellos mismos. Esa falsedad desnudaba el cruel destino de tantos que como Jaime habían sido detenidos por los esbirros de Pinochet en Chile. Luego apareció Romo, la gente que estuvo en Londres 38 con Jaime, tantos que reconocieron haberlo visto en los primeros días de su desaparición, en estado lamentable por la tortura, que fue llevado de urgencia a la Posta por su úlcera y las heridas de la tortura. Finalmente me queda el convencimiento que Jaime fue asesinado muy pocos días después de ser detenido. Por eso, lo del Estadio Nacional creo que fue una realidad imaginada a costa de perseguirla durante tantos años. Hasta hoy, Jaime nunca más se ha borrado del recuerdo mío y también pienso que de Alejo. Alejo vive desde fines del 74 en norteamérica. Dos veces nos hemos visto acá en Chile y nunca hablamos de Jaime. La herida del recuerdo, a lo mejor, de la peor cobardía o de la verdadera amistad no nos permitió abrir esa herida que nos llevaremos a los lugares en que ojalá podamos reencontrarnos con el Jaime que reía y bromeaba en el piso de aquel Vauxhall de sus padres. Me han pedido este relato de mi amistad final con Jaime ahora que solo recuerdo su mirada serena, su bigote, sus anteojos y su risa alegre. Pero en mi vida está siempre presente en el amor al cine, en el amor a la lectura, en la música, en el apostar siempre a una dirección, aunque la vida haya apuntado a otra, a la que no queríamos que fuera. Hace mucho tiempo , cuando se abrieron las verdades escondidas por tanto tiempo, cuando los que no quisieron ver reconocían sin pudor su desconocimiento y cuando a los que la conciencia por años no los dejó vivir en paz se decidieron a contar las atrocidades del

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