Memoria colectiva... flores de paz y libertad...

135 Cruzamos miradas cómplices pero no nos acercamos. Las normas de seguridad eran tajantes al respecto. Fue la última vez que supe de él hasta que un día de fines de 1981, mientras almorzaba, escuché el característico llamado de radio Cooperativa que señalaba que había un enfrentamiento entre extremistas y la CNI y que se combatía contra un grupo que estaba parapetado en una casa de la Comuna de San Joaquín. Decenas de efectivos de seguridad de la dictadura rodearon la casa y la atacaron por horas, con el apoyo de dos helicópteros. El “grupo extremista” era solo el Negro y su compañera Verónica Cienfuegos, ambos de 29 años, quienes resistieron hasta morir.” De Antonio Ruiz G. 70: “Al realizar esta evocación de Sergio, nuestro amigo, camarada, compañero de Liceo y de la vida, no podemos dejar de mencionar a sus hermanos: Aldo, Genaro y Jorge. Verdadero abanico de combatientes por la democracia. Jorge, el menor fue detenido en Londres 38, cuando era un niño y torturado para que entregara a su hermano mayor, Aldo. No lo lograron pero Aldo, miembro de las fuerzas centrales del MIR, cayó herido y encarcelado a fines de los años 70. Condenado a muerte, su pena fue conmutada por la prisión perpetua. Gracias a la solidaridad internacional y al rol decisivo de sus hermanos que ya estaban en el exterior, su pena fue nuevamente conmutada por la de extrañamiento y fue finalmente acogido por sus hermanos en Francia quedando todos como refugiados políticos. Durante los años 80 y luego de ingresar clandestinamente a Chile, Sergio y Genaro, perdieron la vida en combate contra las fuerzas represivas de la dictadura militar. Con Sergio teníamos en común la formación en el LMS, pero nuestro acercamiento se produjo cuando decidimos seguir estudiando en la Universidad de Concepción. Fue Sergio (más conocido como el Negro Flores) el que nos facilitó la llegada a la pensión a un buen grupo de egresados de la promoción LMS 1970.

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