Memoria colectiva... flores de paz y libertad...

114 lo que motivó a sus padres a postularlo al Liceo Manuel de Salas. Pasó su examen de ingreso e hizo las humanidades en el Liceo donde fue siempre un excelente alumno obteniendo las mejores calificaciones en todos los ramos. Jaime Siña G. 68, fue su compañero en los dos últimos años de humanidades. Luis es su compañero querido y recordado, un joven simple, muy inteligente, alegre y muy buen compañero. “Recuerdo que para las pruebas de Física, lo invitaba a mi casa, tomábamos onces y luego a estudiar con recreos para conversar de cualquier cosa. Era asombrosa su capacidad para entender y luego explicar física y matemáticas. Siempre estaba dispuesto a ayudar a los compañeros que necesitaban. Nunca lo vi pelear ni discutir por temas políticos. La verdad es que ni siquiera sabía que sus ideas eran de izquierda Hubo una situación que sí me llamó la atención; fue una reunión, que hubo a raíz de un accidente fatal, por atropello a una menor del liceo. En esa reunión, se culpaba a los choferes de las micros. Ahí Luis intervino en defensa de los choferes. Habló de lo duro que era su trabajo y los problemas psicológicos que presentaban por las largas horas de trabajo. Me llamó la atención su locuacidad y su aire de una especie de líder sindicalista. En alguna oportunidad pasé por su casa ya que había estado enfermo y le llevamos las materias. Ya egresados, le perdí la pista. El año 74, lo divisé en la Alameda tomando una micro. Lamento hasta hoy no haberme acercado para darnos un buen abrazo”. El recuerdo que tiene su compañero de haberlo visitado porque estaba enfermo fue en 1968 en que Luis tuvo una caída en el velódromo durante una competencia. Azotó la cabeza en una especie de canaleta y quedó con un TEC cerrado muy serio que lo obligó a estar un mes en reposo. El velódromo modificó las orillas de sus pistas y Luis volvió a clases recuperando rápidamente sus buenas calificaciones.

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