Memoria colectiva... flores de paz y libertad...

11 compartir; y una inquebrantable ética del trabajo forjó sus anhelos de servicio y progreso para nuestro país. Las personas a las que rendimos homenaje en este libro fueron fruto de los cuidados y sueños más valiosos de toda una comunidad. Por ello sus semillas están aún cargadas de posibilidades, de futuro. Fue en el seno de esta comunidad que se dio sostén a un proyecto educativo original y distinto. Hace casi ya un siglo las madres y padres de una diversa clase media ñuñoína se pusieron manos a la obra, para poner en pie una visión pedagógica que, al responder a sus valores distintivos, reivindicó el derecho de todas las comunidades a construir la escuela que soñaban. El Liceo Experimental Manuel de Salas es una voz que emerge entre la homogeneidad del discurso educativo imperante, y devuelve la soberanía del proyecto educativo a su propia comunidad, para que contribuyese al crecimiento de nuestra nación siendo fiel a sí misma y al cultivo de lo mejor que podía brindar. El trabajo, la acción y el desarrollo político de la comunidad constituyeron la columna vertebral del curriculum. Tanto así que, ya bien entrados los años de dictadura, nuestros talleres de taladros y tornos todavía entonaban sus últimos acordes. El Liceo fue sinónimo de una comunidad que se hizo dueña de sí misma mediante el aprendizaje, para un país que comenzaba a dibujar un nuevo rostro y lo hacía desde sus más sencillos cimientos, desde sus ciudadanos y ciudadanas de a pie. Este es el futuro que se pretendió arrebatarnos con la vida de los quince estudiantes que aquí recordamos; un diálogo inconcluso de la educación con la historia de Chile. Sin embargo, la historia iniciada con la dictadura se demostró impedida de echar sus crímenes e ignorancia bajo la alfombra. El desafío que se trazara nuestra comunidad de antaño se nos devuelve de una y otra forma cada día; resulta imposible obviarlo. Tal como exclamara el manifiesto de Córdoba, “los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan”. Una nueva sociedad exige una nueva educación, y las vidas de María, de Luis, de Alberto, de Carlos constituyen ese tesoro desde el cual el sueño no deja de florecer y hace a sus anhelos presentes.

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