Policy Brief - Aumento de la cobertura en salud para la población prematura moderada y tardía

tura moderada y tardía, con mayor probabilidad de asistir a educación especial y de repitencia entre los 5 y 10 años. De manera similar, Jin et al. (2020) evaluaron a 37 niños(as) de 7 a 10 años nacidos entre las 32 y 36 semanas de gestación, encontrando que el 24,3% presentó un funcionamiento de inteligencia límite, y el 65% mostró síntomas de Trastorno por Déficit Atencional e Hiperactividad (TDAH). La población de prematuros tardíos presenta una respuesta retardada a los sonidos complejos del habla y una codificación neuronal empobrecida en comparación con la población nacida de tér- mino (Ribas-Prats et al., 2024). Esta complicación podría cau- sar un “efecto dominó”, es decir, una disfunción al nacer que puede indicar el comienzo de un problema de desarrollo que aumenta con la edad (Ribas-Prats et al., 2024), lo que podría complicar a posterior su desempeño escolar y generar proble- mas socioemocionales y comportamentales (Martínez-Nadal & Bosch, 2021). Relevancia de la intervención temprana en la población prematura Existen estudios que respaldan la importancia de abordar las áreas de desarrollo más afectadas por especialistas en atención temprana (Bossi et al., 2022; García-Raymundo et al., 2019). En la investigación de Bresesti et al. (2024) sugieren una vía clara de derivación con un equipo interdisciplinario especia- lizado en prematuros moderados y tardíos. El seguimiento se basa en tres pilares: atención individualizada (planes de atención que se adapten a cada niño/a); realizar evaluaciones periódicas y por último comunicación eficaz entre los profe- sionales de la salud, los padres y los recursos comunitarios para una atención coordinada. Dentro de los elementos relacionados a la atención comunitaria, se menciona el tra- bajo de grupos de apoyo donde los cuidadores principales tienen espacios de participación con otros que cuentan con experiencias similares, y el acceso a servicios de atención temprana. Además, en cuanto a las consideraciones a largo plazo, se menciona brindar apoyo en la transición a la escuela. McKinnon & Huertas, (2019) sugieren además incluir profesio- nales de neonatología o pediatría además de especialistas en enfermería, fonoaudiología, terapia ocupacional, kinesiología, nutrición, psicología y trabajo social. Por otra parte, Bossi et al. (2022) consideran importante eva- luar los resultados cognitivo- conductuales en estos niños y niñas dado que ya se ha reconocido el riesgo aumentado de presentar morbilidad del desarrollo a largo plazo, reco- mendando continuar con evaluaciones cognitivas antes del ingreso al sistema escolar y mantener vigilancia conductual y del aprendizaje. En el metaanálisis realizado por Orton et al. (2024) eviden- ciaron que los programas de intervención temprana para el desarrollo de los lactantes prematuros probablemente mejo- ran los desenlaces cognitivos y motores durante la primera infancia (evidencia de certeza baja), mientras que, en la edad preescolar, la intervención mejora los desenlaces cognitivos (evidencia de certeza alta). En el estudio de Edwards & Horbar (2021) indican que el seguimiento es una responsabilidad éti- ca, dado que se ha evidenciado que los equipos profesionales de la salud con preparación y experiencia desempeñan un papel fundamental en el apoyo y acompañamiento a las fami- lias a través del seguimiento. Los programas de seguimiento sistemático (tanto en modalidad presencial como remota) son beneficiosos para la promoción de la salud, dado que reducen el riesgo de problemas tanto en la población recién nacida prematura como en sus madres, mejorando la eficiencia de los cuidadores y contribuyendo a reducir la carga de los cui- dados (Ahn, Y. 2004; Yan et al., 2021). En resumen y ante la evidencia internacional, se hace nece- sario contar con un Programa de Seguimiento en Chile que incluya a toda la población de prematuros del país (extremos, muy prematuros, moderados y tardíos) permitiendo interven- ciones terapéuticas interdisciplinarias tempranas directamen- te en los policlínicos de seguimiento. Es importante que esta atención sea hasta el ingreso al sistema escolar básico, con el propósito de favorecer especialmente a aquellos niños(as) con retraso en su desarrollo psicomotor. Esto permitirá pre- venir el rezago y la necesidad de programas de integración escolar, reduciendo costos a largo plazo (Raju, 2006; Engle, 2007). 3. ANTECEDENTES Y ANÁLISIS DE POLÍTICA PÚBLICA Realidad nacional En Chile, la tasa de natalidad ha descendido en forma sis- temática en las últimas tres décadas, pasando de 21,5 naci- dos vivos por cada mil habitantes en 1992, a 16,03 en 2002 y 13,98 en 2012, llegando a 9,02 en 2021 (MINSAL, 2023). Al contrario, la proporción de nacimientos prematuros ha 5

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