Dossier n°10. Aproximaciones al discurso de la extrema derecha

Dossier N° 10 / Programa de Estudios Comunitarios Latinoamericanos, Universidad de Chile. 84 tierra y encaminarse hacia “la refundación de valores colectivos y la revalorización de cosmovisiones integrales” (p. 36). Como señala categóricamente Guillamón (2009), un proyecto de soberanía alimentaria que no contemple la abolición de estas relaciones asimétricas de dominio y de subyugación que preceden la refundación, no será sostenible, ni mucho menos emancipador. En el escenario actual, esta fuerza emergente y transformadora que desde el Sur pone a las comunidades y el cuidado en el corazón de la sociedad, se ha enfrentado a múltiples fuerzas paralelas que amenazan su existencia, desarrollo y reconocimiento. Los avances del conservadurismo radical en la región latinoamericana aparecen como una contracorriente que se inmiscuye y erosiona los vínculos sociales, acentuando las fracturas y trazando fronteras al interior del campo en una guerra cultural que construye a las mujeres campesinas como amenaza para el progreso nacional y pretende su subversión a una única manera de concebir el mundo, regida por las lógicas del desarrollo moderno fundamentadas en la racionalidad científica, el capitalismo, el patriarcado y el racismo (en este escrito conceptualizado como neoracismo y nativismo). Como señala Nyéléni (2020) –plataforma política y digital del movimiento internacional por la soberanía alimentaria– los gobiernos totalitarios de extrema derecha conforman ataques brutales a las mujeres que lideran las resistencias territoriales. Desde su oposición a la lucha por derechos sexuales y reproductivos hasta el fortalecimiento del poder corporativo y militar que desplaza a las mujeres de los campos, la agenda política ultraconservadora y neoliberal guían la institucionalización y radicalización de las violencias contra las comunidades locales en todas las regiones del mundo. Esto último resulta particularmente preocupante en latinoamérica, donde la militarización de los territorios y la persecución a defensoras medioambientales ha dado lugar a múltiples víctimas de ecofeminicidio empresarial, reconociendo entre ellas a Macarena Valdés y Berta Cáceres, mujeres indígenas asesinadas durante el año 2016, y el caso en curso de Julia Chuñil, presidenta de la comunidad Mapuche Putreguel desaparecida desde el 8 de noviembre de 2024 en la Región de los Ríos, Chile. Sumado a estas violentas tácticas por borrar y negar la existencia de las mujeres indígenas en el campo se articulan otras estrategias menos evidentes, aparentemente inocuas, pero igualmente dañinas. Una de ellas es la construcción de un relato político populista y folklorizado, que invisibiliza la labor femenina, sus saberes ancestrales y las luchas territoriales históricas para revitalizar la visión masculinizada, tradicionalista y modernizada del campo. Un ejemplo de ello se observa en el programa del ex candidato a presidente José Antonio Kast (2021), quien se dirige hacia los agricultores chilenos como protagonistas del desarrollo

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