Dossier n°10. Aproximaciones al discurso de la extrema derecha

Dossier N° 10 / Programa de Estudios Comunitarios Latinoamericanos, Universidad de Chile. 18 Han (2022), nos dice que el neoliberalismo ya no se comporta al modo de una biopolítica disciplinaria que opera sobre los cuerpos, sino que más bien su estrategia es instalar un régimen de información, el cual se interesa por la psique y es definido por el autor en términos de “una forma de dominio en la que la información y su procesamiento mediante algoritmos e inteligencia artificial determinan de modo decisivo los procesos sociales, económicos y políticos” (Han, 2022, p.9). Para garantizar su funcionamiento y control, ya no es necesaria una coacción externa que vigila y castiga, sino que hoy cada quien vuelca datos e información de manera voluntaria. Es así que el ser humano se diluye en un triste registro de datos. Los populismos han encontrado en los medios digitales de información una herramienta de la cual valerse para la captación de las masas. Han (2022) repara en que el smartphone opera como un dispositivo de registro psicométrico que permite predecir el comportamiento de las personas. Así como la estadística y la información demográfica permiten llevar adelante una administración biopolítica de los cuerpos, el régimen de la información se vale de la psicometría. Las redes sociales facilitan la difusión de ideas y su adhesión veloz al ritmo de un “like”. La imposición de una idea con imágenes atractivas que se repiten de manera incesante logra hacer temblar la veracidad de los hechos en una ciudadanía que pasa largas horas frente a las pantallas. Un estudio exploró en una muestra de 500 personas entre 18 y 26 años que en promedio pasan tres horas al día en redes sociales (Martín y Núñez, 2021). De hecho, las campañas de Donald Trump y de Javier Milei, financiaron un volumen alto de repetidores de información que multiplican sensaciones a través de las redes sociales. Las extremas derechas, al advertir la capacidad del algoritmo de anticipar comportamientos y demandas sociales, vienen ocupando los micro tiempos del Reel y los debates para expresar lo que la gente quiere escuchar a los fines de ganar adherencia en sus figuras. Es así que, por un lado, en el régimen de la información las ideas se relevan con alta velocidad y cada una de ellas deja una brecha amplia de ambigüedad propia de los datos que permite tomar la parte por el todo y concluir de manera efectiva en la creación de enemigos y de climas catastróficos que justifican de manera aparente y mesiánica las políticas económicas liberales. Y por otro lado, se utiliza la distorsión u omisión de información como insumo y táctica de control, lo cual converge en una confusa desinformación. De hecho, Han asevera que aquello que se conoce como fake news no son mentiras. En sus palabras, “el mentiroso no pierde su conexión con la verdad” (Han, 2022, p. 70) sino que ataca a la propia facticidad de la realidad creando una que resulte de su conveniencia.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=