Decolonialidad y comunidades posibles

7 subjetividad interdependiente en un vivir común y colectivo. Un vivir que se va formando desde la memoria, la presencia y el estar en un ser mutuo. En el segundo capítulo de este apartado, Germán Rozas nos lleva a interrogar y reflexionar sobre lo colectivo, el significado de comunidad o el sentido de estar en comunidad con otros seres que forman parte de la propia vida. En La construcción de lo colectivo durante el siglo XX en América Latina, el argumento principal es diferenciar lo colectivo de la comunidad y de trazar estos procesos en relación uno al otro, sobre todo en relación al individuo. Anclando estos temas dentro del esquema colonial y la formación de lo moderno, se basa en promover los derechos del individuo y, por lo tanto, la libertad. Pero el proceso de colectivizar dentro de y como práctica fundamental en los movimientos sociales nos lleva a reimaginar lo que significa situar al individuo en relación a lo colectivo, y al deseo de formar parte de un vivir común más digno y libre, entrelazado con la pluralidad de diversas formas de ser, ver y relacionarse el uno con el otro y con el entorno. De esta manera se va formando la base para los ensayos siguientes, los cuales ponen énfasis en la interculturalidad, el respeto, aprecio y valoración a la diversidad; ver la vida y la existencia humana simplemente como un resultado de nuestra coexistencia con el medio ambiente, sus elementos, y contrarrestar los discursos de fronteras y naciones que son productos de la modernidad. Tanto las nociones del individualismo, como el deseo de domesticar lo extranjero y lo extraño, o de explorar y conquistar territorio ajeno, y la promoción de eso, todo esto es fruto de la colonialidad. En el tercer ensayo, Migraciones del siglo XXI: un necesario recambio en las políticas de identidad , vemos como la construcción de la nación y sus procesos de ciudadanía, membresía y derechos nos llevan a ignorar la humanidad, y por lo tanto los derechos, la autonomía y la presencia, al igual que la cultura e ideas de comunidades migrantes o transitorias a un cierto territorio o lugar. La idea de la labor y el tiempo son conformados bajo un esquema de productividad no tanto para la persona propia y sus comunidades, sino para el Estado-nación. Este ensayo, de igual o forma similar, nos llama a cuestionar el significado de ciertos contextos como la nación, que se van construyendo desde la base de la idea de las fronteras y los territorios. La migración es un proceso natural, todo existe en movimiento continuo. De esta manera, y bajo este entendimiento que el movimiento es algo muy natural y parte de la existencia de todo ser, humano y no-humano, debemos reconsiderar cómo nos relacionamos al movimiento, al tránsito de personas y, por lo tanto, de ideas, culturas y formas de ser. Crear comunidades posibles es estar y expresarnos de una manera relacionar. Es decir, crear o ampliar las diversidades que, como nos argumenta Rozas, deben verse como forma

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