Decolonialidad y comunidades posibles

47 latifundios, se presenta el caso de explotaciones agrícolas manejadas por transnacionales, como fue el caso de las plantaciones de banano en Costa Rica, por la United Fruit, por ejemplo (Fallas, 2018) o las plantaciones de algodón en Haití por la colonización francesa o el caso de algodón también en las plantaciones en haciendas brasileñas. Evidentemente ocurre algo similar los ejidos mexicano s 5 que generaron pobreza y explotación en el campo a principios de siglo en ese país, por parte de la oligarquía y los latifundios. Todas estas situaciones y procesos llevaron a colectivizar, a organizar, a protestar y a revelarse contra estas situaciones injustas y generadoras de muy malas condiciones de vida que destruían la familia, las comunidades y privilegiaban al individuo fuera de toda conexión social, como sujeto trabajador, factible de ser manejado sin restricciones. La colectivización se establece a través de distintos tipos de organizaciones y de acciones de rebelión y de protestas, algunas conducidas desde una mirada política vinculada a un incipiente marxismo, otras vistas desde el anarquismo o desde la religión, como fue el empuje dado por la teología de la liberación o, simplemente, desde la perspectiva de resolver de modo práctico el sufrimiento de la población (Garcés, 2011). Estas fueron acciones de organización y de colectivización para frenar y cambiar la situación de la población sufriente, acción que fue más allá de la vida comunitaria, en tanto las organizaciones que se comenzaron a levantar, estaban alimentadas por diferentes comunidades y sus líderes comenzaron a identificarse con la situación y con las organizaciones mismas, mucho más que con las comunidades. Esto llevó a los sectores en el poder a tener que regular su propio e insidioso comportamiento, construido en base a una explotación extrema. Fueron obligados a moderar y regular su accionar y esto se tradujo en nuevas normas, nuevas leyes, nuevos mecanismos orientados a mejorar las relaciones entre los trabajadores y sus nuevos patrones. Mejorar los salarios y la calidad de vida, tomando en cuenta una modernización del estándar de vida de estas poblaciones. Para el poder, la situación cambió en relación al siglo XIX, dado que la industrialización o las plantaciones agrícolas trajo consigo una masividad de población incorporada a los procesos productivos, lo que llevó a organizar y colectivizar a las mismas para exigir un mayor balance entre trabajo y producción. Habría que mencionar que la situación para el poder no era simplemente ser desconsiderados con esta población, por cuanto esta comenzó a adquirir capacidad organizativa y 5 Campo común de un pueblo, lindante con él, que no se labra, y donde suelen reunirse los ganados o establecerse las eras.

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