Decolonialidad y comunidades posibles
44 hecho y a eso sumar una nueva meta y conseguir la producción de otro hecho, pero, totalmente conectado con el primero. Puede hilvanar un orden, puede sistematizar un comportamiento de manera que sea un proceso conducido y no arbitrario. Y todo ello no lo puede hacer el mundo, que tiene una expresión caótica, sin meta. Otro elemento fundamental y central del individuo que se elabora durante la modernidad, es la razón (Kant, 1781/2013). El individuo es calificado como consciente, pero de manera racional. Lo racional es una forma de la consciencia, es una forma de trabajo con la mente. La razón implica un análisis de la realidad, saca conclusiones, siguiendo un proceso lógico, conecta causas con efectos, causas con consecuencias. Eso es el que permite definiciones, las cosas ocurren porque hay causas que las provocan y, desde allí, el individuo se propone ser la causa de cosas que deciden el tipo de vida del mundo. Es decir, el individuo decide cosas que el mundo debe vivir, porque él puede pensar; en cambio el mundo no puede, el individuo puede elaborar, diseñar, articular, visualizar las cosas que el mundo puede o debe vivir; sin embargo, el mundo no puede hacer eso, no es capaz de controlarse a sí mismo, el despliegue del mundo es una acción totalmente descontrolada. De aquí entonces es que se establecen niveles. La capacidad entendida que tiene el individuo de determinar un orden de las cosas en función de una meta, acción que el mundo no es capaz de hacer, pone al individuo en un nivel superior. El mundo no es capaz de auto ordenarse, de auto dirigirse, de auto conducirse, sólo el individuo puede hacerlo, por lo tanto, además de la separación entre el individuo y el mundo, lo que surge aquí es otra máxima de la modernidad: el individuo es superior al mundo, el individuo es más capaz que el mundo para ordenar las cosas hacia una meta. Casi se podría decir que se ha encontrado definitivamente una solución a un gran dilema existencial. El desorden del mundo por primera vez puede ser cambiado, puede ser más productivo, puede eventualmente terminar y comenzar una nueva era en la cual el mundo puede adquirir un destino, puede madurar, puede crecer, puede encaminarse hacia algo que tenga valor, algo significativo y no vagar sin destino, a la deriva. Por fin, alguien puede ayudar al mundo a ser algo, a ser un proyecto. El individuo con su consciencia, la razón y su voluntad, finalmente puede salvar al mundo, puede darle sentido a su existencia. Así es como ahora desde la modernidad, la superioridad del individuo permite y autoriza, legitima que este tome decisiones por el mundo, en nombre suyo, porque el mundo no está capacitado para ello. El mundo debe aceptar, por decirlo así, que sea el individuo que decida por él y que sea conducido por él. No obstante, es necesario señalar algo fundamental. Siendo lo individual un
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=