Decolonialidad y comunidades posibles

28 Los seres humanos individualizados son literalmente poseídos por el capital como por un demonio. El capital es el sujeto que anima por dentro a los individuos, que se expresa por sus bocas y gestos, que gobierna sus vidas, que los manipula, domina y explota como objetos. Luego los individuos hacen todo lo posible para sentir que siguen siendo sujetos, lo que les hace recurrir a diversos dispositivos ideológicos, entre ellos la psicología. Una de las funciones fundamentales de la práctica psicológica, una función enfatizada por Louis Althusser (1964/1996) y por sus seguidores, es ofrecer a los individuos la ilusión de que son sujetos y no objetos del capital y de las demás entidades impersonales que los poseen y los gobiernan. Los individuos necesitan de la psicología, en efecto, para imaginar que son libres y deciden libremente, que sus existencias dependen tan sólo de ellos, que son dueños de sus destinos, cuando bien sabemos que nadie es verdaderamente dueño de su destino en el sistema capitalista. El capital mueve los hilos de nuestras vidas y luego requiere de los psicólogos para pasar desapercibido, pues necesita pasar desapercibido para dominarnos, para dominarnos de la mejor manera, disimulándose a través de nosotros cuando simulamos decidir lo decidido por él. El capital y la psicología social Para poder imponerse como el único sujeto y reducirnos a sus objetos, el capital requiere que no veamos cómo usurpa el lugar subjetivo de la colectividad, cómo estructura nuestro mundo social y cómo nos relaciona en él de forma estructurada, orgánica, según sus intereses. El capital necesita que nos creamos la ilusión de que somos nosotros, como individuos separados, quienes ejercemos nuestra subjetividad y quienes constituimos la sociedad al agregarnos y relacionarnos en ella. Lo que el capital necesita, en otras palabras, es que nos imaginemos que todo sucede exactamente como se nos dice que sucede en la psicología social dominante, la individualista, la que encierra el psiquismo en la individualidad y concibe la sociedad como un conjunto de individuos separados, agregados y relacionados unos con otros. Si el individualismo de la psicología social es la orientación ideológica prevaleciente en la sociedad capitalista burguesa liberal, esto es porque resulta funcional para el capitalismo en al menos dos sentidos. En primer lugar, la visión individualista de la psicología social puede ayudarle al capital a operar soterradamente al disimularlo en los individuos, al simular que ellos son los sujetos, al hacernos olvidar que ellos son objetos del capital como son también objetos de nuestra mirada

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