Decolonialidad y comunidades posibles
224 Colonialidad, identidades y memoria Por otra parte, pensar lo latinoamericano remite a la identidad como concepto relacional y no esencialista, como un proceso en constante construcción, una cuestión de pasado, presente y futuro (Hall, 2000; Cuche, 1999; Wade,2000; Larraín, 1996), una construcción social dinámica sobre la cual existen múltiples representaciones y relatos, narrativas que han surgido en diversos momentos y desde distintos lugares de enunciación. Latinoamérica también aproxima a un objeto que ha sido construido desde diferentes lugares: “América” como invención en términos de O'Gorman (2003), objeto que sólo se constituyó cuando se pensó desde la diferencia; como objeto de estudio homogeneizado desde la academia estadounidense e inglesa ( Latin american studies ), o como espacio anticolonialista y antiimperialista en los años sesenta e inicios de los setenta (Castro-Gómez, 1998); desde su nombre, desde la resemantización (Düssel, 1994; Rojo, 2001), desde el lenguaje y desde la construcción del discurso sobre ella. La pertinencia de los conceptos colonia/colonialidad para pensar lo latinoamericano, remite a Foucault (2000) y a la dimensión histórica y social del enunciado y de las formas discursivas. Nos preguntamos si la identidad latinoamericana hoy está también narrada desde un discurso colonial cuando nos interrogamos a nosotros mismos quiénes somos y cuando se despliegan cotidianamente narrativas coloniales sobre Latinoamérica o si la globalización y su desterritorialización mantiene y produce formas nuevas de colonialidad con la difusión de imaginarios que transitan en los flujos globales de información, dinero, imágenes y personas o en las redes sociales. Aunque el término colonia refiere a una manera historiográfica y política de clasificar un determinado orden económico, ideológico y cultural, entre fines del siglo XVI y 1818, esta visión es limitada y no da cuenta de su vigencia. Subrayamos entonces el concepto de colonialidad, en la medida en que éste remite a categorías de pensamiento, a matrices europeas que siguen operando y que utilizamos como nuestras. Una aproximación a la pertinencia de estos conceptos, es la reflexión sobre la colonización del lenguaje y la memoria, tema que abordará con amplitud Walter Mignolo desde los estudios poscoloniales, quien sugiere que Foucault no dio la suficiente relevancia a este aspecto, considerando que la colonización de las lenguas no europeas se inició en el siglo XVI con la expansión de los imperios español y portugués, y que será Said (1990) quien da un paso adelante al partir de la noción de "formación discursiva" para ver como la intelectualidad occidental construyó la idea
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