Decolonialidad y comunidades posibles

200 decir que el concepto de cuidado no es una cuestión de afecto, de ternura, sino más bien de control, de respeto y de promover la capacidad de conducirse adecuadamente según las normas de convivencia y coexistencia (Pavón, 2021). Incluso, hay un componente racional, aunque no exclusivo, en el cual el cuidado requiere comprender que la vida no es sólo la vida propia, en un sentido egoísta, sino una cadena de existencia de múltiples sistemas interrelacionados, una red que involucra a las personas, la flora, la fauna y también las cosas, todos componentes articulados en una imbricación y una complementariedad dirigidos a vivir no sólo individualmente, sino como una complejidad en su conjunto. La vida de uno es la vida de los otros, la enfermedad de los otros es la enfermedad de uno también. Por tanto, nuevamente, cuidar, es comprender inteligentemente, toda esta marcha de varios sistemas. Por lo mismo, el cuidado, visto desde esta amplitud, no es una cuestión de una sola persona ni sólo de las mujeres, sino de todas y todos, hombres, adultos y niños (Ministerio de Desarrollo Social, 2018). Todos deben aprender a cuidar, porque ello es una acción fundamental de la vida de la comunidad. De manera que un primer elemento que se propone es cambiar nuestra mirada del cuidado por un rol que se debe ejercer colectivamente. Habría que definir mejor cómo esto se lleva a cabo. No obstante, dejar claro que todos pueden contribuir, cada uno según sus capacidades, pero también cada uno en distintos momentos. Esto último tiene que ver con que es necesario comprender qué es enfermar. Diríamos, en general, que enfermar no sólo tiene una explicación biológica, sino que además tiene explicaciones sociales y culturales. Por lo mismo, en la medida que se rompen y se quiebran principios sociales, se da un primer paso hacia la enfermedad. De modo que la participación de los miembros de la comunidad en el cuidado no sólo está dirigido al enfermo exclusivamente, sino al proceso previo, antes de la enfermedad. Si cuidamos la armonía social de una comunidad, estamos ya trabajando en proteger y en prevenir la emergencia de la enfermedad. Y esa es una labor de cuidado por parte de todos. 9. El necesario relevo Estando ya establecido este esquema extremo de cuidado desde la modernidad, caracterizado como individual, jerarquizado y feminizado, se hace necesario estudiar alternativas que alivianen la carga. De modo de cuidar al cuidador/a y avanzar en dejarle espacios libres para que pueda continuar con su vida o pueda satisfacer algunas de sus necesidades como personas, independientes del enfermo a su cargo. En las instituciones de salud, esto se denomina “respiro” (Ministerio de

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